Martes, 27 de octubre de 2015 01:00
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Escenario
“El almuerzo” se estrena este jueves en los cines
rosarinos. El filme se centra en el almuerzo que tuvo el dictador Videla
con Jorge L. Borges, Ernesto Sabato, Horacio Ratti y Leonardo
Castellani.
Alejandro Awada, quien interpreta a Arquímedes Puccio
en la tira de Telefe "Historia de un Clan" y al represor Jorge Rafael
Videla en el filme "El almuerzo", dice "disfrutar mucho" del gran
momento profesional que atraviesa y al cual llegó siendo "un hijo del
trabajo y de la comprensión para poder evolucionar".
"Estoy disfrutando mucho y voy por más. Voy por
seguir evolucionando y a ser más generoso, en todo sentido. Quiero tener
más en cuenta a los demás. Apunto a ser feliz y la felicidad está con
el otro", sostuvo Awada, quién estrenará este jueves en la pantalla
grande "El Almuerzo", dirigida por Javier Torre.
"Soy hijo del ensayo y del error, del hacer para
aprender y de aprender hasta que me vaya de este mundo. No creo en un
hecho, sino en la prepotencia del trabajo. Trabajo mucho en profundizar
el conocimiento de mí mismo", dijo el actor.
Con una extensa trayectoria, que incluye cine, teatro
y televisión, el intérprete asegura que hoy, a los 53 años, se siente
reconocido por el público y afirmó que el recorrido hasta este momento
"no fue fácil" y que dudó "mil veces" sobre su vocación actoral.
Así, en estos días, a Awada le toca interpretar a dos
personajes que tienen vínculos directos con el genocidio de la última
dictadura militar y que le consumieron una carga emocional importante
durante la actuación: el represor Videla y el secuestrador y asesino
Puccio.
"Estoy muy lejos de considerar que el personaje se
adueñe de la persona, no hay chances, es un mito. Pero con estos dos,
entre toma y toma, transitar esas zonas oscuras era muy poco agradable.
Había una sensación física de desagrado", sostuvo.
"El Almuerzo" narra la comida que Videla tuvo con
Jorge Luis Borges (Jean Pier Noher), Ernesto Sabato (Lorenzo Quinteros),
Leonardo Castellani (Pompeyo Audivert) y Horacio Ratti (Roberto
Carnaghi) el 19 de mayo de 1976, una semana después de la desaparición
de Haroldo Conti (Jorge Gerschman). En él, Videla (Awada) se muestra
taciturno y con un empaque que no puede ocultar, habla de las
intenciones culturales de su gobierno y encuentra, en el cuarteto de
comensales, alguna pequeña adhesión.
Con un comienzo de franca violencia, el filme muestra
el secuestro del escritor Haroldo Conti (Gershman) y el maltrato a su
mujer Marta Scavac (Mausi Martínez) por un comando de la dictadura
cívico-militar. La película se divide en un antes y un después del
siniestro almuerzo, con un Borges que recuerda a sus antepasados
militares y supone que su madre Leonor estaría orgullosa de su encuentro
con el dictador, y un Sabato amenazado obscenamente por un matón en un
bar.
"No creo que hayan acordado con el Proceso, sino que
hicieron lo que pudieron en medio de esa coyuntura de terror y pánico",
opinó Awada sobre el hecho narrado en una película que tiene la
característica de ser coral.
Lo más interesante de "El almuerzo" es que esa comida
no varió en absoluto el devenir del régimen que ensangrentó al país
desde 1976 hasta 1983, ni a los intelectuales que quisieron "colaborar"
con sus prestigios, ni al mismísimo Videla, que con su pétrea soberbia
sólo buscaba blanquear su accionar frente a la opinión pública
extranjera.
Las comparaciones con el fútbol son una constante
durante todo el reportaje, porque para Awada son importantes los
compañeros "delante y detrás de cámara", y, además, acotó que "el
español es el único idioma que habla de 'actuar'; en francés, inglés y
alemán se habla de «jugar»".
"Cuando Riquelme -dijo casi a los gritos, parado en
el bar de la entrevista e imitando al ex diez de Boca- le tiró ese caño a
Yepes no había contrato ni nada que valga. Ahí estaba jugando. Y yo, de
forma madura y responsable, juego la actuación", sostuvo.
A lo largo de la charla, Awada hizo varias veces
hincapié en que es "un trabajador" y en que para "evolucionar" es
necesario aprender de las situaciones y de los demás.