Punto de encuentro de todos aquéllos que estén interesados en vida y obra del Padre Leonardo Castellani (1899-1981)

Para comunicarse con nosotros, escribir a castellaniana1899ARROBAgmailPUNTOcom

miércoles, 31 de agosto de 2011

Homenaje al Padre Castellani en Buenos Aires



Estimados socios y amigos:
 
Con motivo de cumplirse el trigésimo aniversario de la muerte del padre Leonardo Castellani, el Instituto de Filosofía Práctica ha resuelto rendirle un homenaje, en el cual hablará el Dr. Antonio Caponnetto, sobre el tema "El padre Castellani y la poesía".

Dicho acto tendrá lugar el día martes 13 de septiembre a las 19 hs en la sede del INFIP, Viamonte 1596 - 1er.piso - CABA.



Rogamos confirmar la asistencia por este medio o llamando al teléfono 4371-3315.

Sin otro particular los saludamos muy atentamente.
 
INFIP

lunes, 29 de agosto de 2011

Milenismo: ¿Condenado?



Condena del Milenismo


Otra cosa que es forzoso aclarar.

Hallamos en muchos autores, incluso “serios”, el aserto d que “el milenismo ha sido condenado”. O “lo será”. O “debe serlo”. Es falso.
El milenismo carnal o “kilialismo” SI: ha sido condenado. ¿Dónde?
No hay ningún decreto Conciliar o Pontifical condenatorio dél, que nosotros sepamos. En la recopilación del Denzinger se nombra ciertamente a Kerinthos, pero no como milenista sino como negador de la divinidad de Cristo -como muchos judíos actuales, Kerinthos parece haber aceptado a Cristo como Mesías o Profeta, pero no como Hijo de Dios- en la condena a los Ebionitas(“Ebionem, Cerinthum, Marcionem, Paulum Samosatenum, Photinum… qui… Jesu Christum Dóminum Nostrum verum Deum ese negaverunt…) en el Decreto para los Jacobitas del Concilio de Florencia, 1483, Denz. 720.

...

(Todo este último apartado: Condena del Milenismo, es nota del Traductor.
Tomado de la obra de: Alcañiz S. J. – Castellani, “La Iglesia patrística y la Parusía”


viernes, 26 de agosto de 2011

Más sobre Castellani, el caso Conti y un almuerzo

Videla, Borges, Sábato...
MAYO DE 1976

Almorzando con Videla...

"Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno. Yo nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar un país", dijo Jorge Luis Borges, y los periodistas de Casa de Gobierno se sonrieron: ya tenían un titulo para sus notas. El miércoles 19, Borges, Ernesto Sábato, Horacio Esteban Ratti (presidente de la Sociedad Argentina de Escritores) y Leonardo Castellani (un sacerdote que escribía) almorzaron durante mas de dos horas con el general Jorge Videla y con otro general, José Villarreal, secretario general de la Presidencia. Primero los contertulios bebieron whisky, jerez y jugo de frutas. Videla inició la conversación preguntándole a Borges sobre su viaje a los Estados Unidos y los resultados de su operación de ojos. Borges le contestó que estaba muy cansado por ese recorrido de cuatro meses y, sobre todo, por la comida americana. En cuanto a su vista, intentó una demostración: señaló dónde estaba el perchero, dónde una silla, dónde un cuadro. Y enseguida le dio un vahído, estuvo a punto de caerse y lo atajaron Videla y Ratti. Cuando se recuperó, todos pasaron al comedor privado. "El desarrollo de la cultura es fundamental para el desarrollo de una Nación", dijo Videla varias veces, y los demás asentían.




A la derecha del presidente estaba el padre Castellani. A la izquierda, Ernesto Sábato. Enfrente Borges. Y a sus lados Ratti y el general Villarreal . Un mozo les servía un menú que la prensa calificó como "sobrio": budín de verduras con salsa blanca, ravioles y ensalada de frutas con crema o dulce de leche, con vino tinto Bianchi 1887 y San Felipe blanco. Videla, dijeron después los escritores, se dedicó a escuchar y les repitió varias veces que para él era un honor compartir esa mesa con tan importantes personajes. - Es imposible sintetizar una conversación de dos horas en pocas palabras, pero puedo decir que con el presidente de la Nación hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos y vinculados con los medios masivos de comunicación. Hubo un altísimo grado de comprensión y de respeto mutuo, y en ningún momento la conversación descendió a la polémica literaria e ideológica y tampoco caímos en el pecado de caer en banalidades; cada uno de nosotros vertió sin vacilaciones su concepción personal de los temas abordados. Dijo, a la salida y a la prensa, Ernesto Sábato, y siguió: -Fue una larga travesía por la problemática cultural del país. Se habló de la transformación de la Argentina, partiendo de una necesaria renovación de su cultura.



Después le preguntaron su opinión sobre Videla: -El general Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresiono la amplitud de criterio y la cultura del presidente. Dijo Ernesto Sábato, y los periodistas volvieron a sonreír: ya tenían un cierre. Ya en 1978, Sábato Explicaría su posición en un articulo de la revista alemana Geo: "La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. Todos nosotros deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos", dijo, para explicar el golpe de marzo. Y, mas adelante: "Desgraciadamente ocurrió que el desorden general, el crimen y el desastre económico eran tan grandes que los nuevos mandatarios no alcanzaban ya a superarlos con los medios de un estado de derecho. Porque entre tanto, los crímenes de la extrema izquierda eran respondidos con salvajes atentados de represalia de la extrema derecha. Los extremistas de izquierda habían llevado acabo los mas infames secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes". Y, para concluir: "Sin duda alguna, en los últimos meses, muchas cosas han mejorado en nuestro país: las bandas terroristas han sido puestas en gran parte bajo control".


- Caparrós y Anguita, "La Voluntad", Tomo III, pág 72

------

Reportaje a Leonardo Castellani

El 19 de mayo de 1976, el entonces presidente Jorge R. Videla almorzó, en la Casa de Gobierno, con los escritores Ernesto Sábato, Jorge Luís Borges, Leonardo Castellani y el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, Horacio E. Ratti.

A su término, los invitados atendieron a la prensa en la misma explanada de la Rosada. Sábato señaló que "hubo un altísimo grado de comprensión y respeto mutuos. En ningún momento la conversación descendió a la polémica literaria o ideológica” (La Opinión, 20/5/76). También expresó su inquietud por “la prisión del escritor Antonio di Benedetto” (La Razón, 19/5/76).

Castellani, por su parte, habló de su preocupación —también lo relata en el reportaje— por Haroldo Conti“un cristiano que fue secuestrado hace dos semanas y del que no sabemos nada" (La Opinión, 20/V/76). Ratti comentó haber dejado una lista de reivindicaciones e inquietudes y Borges hizo mutis por el foro.

Un mes más tarde, la revista Crisis —aún bajo la dirección de Eduardo Galeano y Federico Vogelius—procuró conversar con los protagonistas.

“Requerido por teléfono para una entrevista, Ernesto Sábato afirmó: ‘yo no hago declaraciones para la revista Crisis’, Borges, a su vez, dijo no tener tiempo y. lamentablemente, su disponibilidad de horarios excedía los límites del cierre editorial de esta publicación. Si, en cambio, pudieron ser entrevistados los escritores Leonardo Castellani y Horacio Esteban Ratti”. (Crisis, julio de 1976)

Este fue el último número que la revista pudo publicar. De allí extraemos este reportaje al cura Castellani, quien puntualiza detalles de lo conversado —son notorias las diferencias con la versión de Sábato— en aquel significativo encuentro. 



—Padre Castellani, durante varios días un amplio sector de la opinión pública no hizo más que comentar el almuerzo entre les escritores y el presidente Videla... 

—Bueno, es cierto, pero la gente se olvida de que fue nada más que un almuerzo y en los almuerzos se come más que se habla ...

—Pero usted y los demás escritores fueron invitados para conversar sobre ciertos temas... 

—Sí. En realidad, el más callado fui yo. Dije algunas cosas pero quienes más hablaron fueron los demás, sobre todo Sábato y Ratti que llevaban varios proyectos.

—¿Y el presidente? 

—Él y yo fuimos los más silenciosos. Videla se limitó a escuchar. Creo que lo que sucedió es que quienes más hablaron, en vez de preguntar, hicieron demasiadas propuestas. En mi criterio, ninguna de ellas fue importante, porque estaban centradas exclusivamente en lo cultural y soslayaban lo político. Sábato y Ratti hablaron mucho sobre la ley del libro, sobre el problema de la SADE, sobre los derechos de autor, etc.

—Bueno, padre, al fin y al cabo, en una reunión de escritores... 

—Sí, pero la preocupación central de un escritor nunca pueden ser los libros, ¿no es cierto? Yo traté de aprovechar la situación por lo menos con una inquietud que llevaba en mi corazón de cristiano. Días atrás me había visitado una persona que, con lágrimas en los ojos, sumida en la desesperación, me había suplicado que intercediera por la vida del escritor Haroldo Conti.

Yo no sabía de él más que era un escritor prestigioso y que había sido seminarista en su juventud. Pero, de cualquier manera, no me importaba eso, pues, así se hubiera tratado de cualquier persona, mi obligación moral era hacerme eco de quien pedía por alguien cuyo destino es incierto en estos momentos. Anoté su nombre en un papel y se lo entregué a Videla, quien lo recogió respetuosamente y aseguró que la paz iba a volver muy pronto al país.

—¿Qué afirmaron los demás asistentes? 

—Fíjese que curioso: Borges y Sábato, en un momento de la reunión, dijeron que el país nunca había sido purificado por ninguna guerra internacional. Ellos, más tarde lo negaron, así como aseguraron decir cosas que, en realidad, no dijeron. Pero hablaron de la purificación por la guerra.

Lo interesante es que el presidente Videla, que es un general, un profesional de la guerra, los interrumpió para manifestar su desacuerdo. Creo que eso le desagradó mucho, pues motivó una de sus pocas intervenciones. A mí también eso me cayó como un balde de agua fría, por lo tremendo que eso significa.

Además, por lo incorrecto: se olvidan que la Argentina atravesó varias guerras internacionales, como la de la independencia, la del bloqueo anglo-francés, la del Paraguay, y más bien que de esas contiendas no salió purificada.

—Quizás ellos quisieron decir que la situación difícil de la Argentina no se justificaba, pues, a diferencia de Europa, no había sufrido ninguna guerra... 

—Vea, en lo que va de este siglo Europa sufrió ya dos guerras mundiales, pero no por eso es más pura que la Argentina. Al contrario... Por eso le digo que de ese almuerzo, si es por lo que se habló, no puede haber salido algo muy positivo o trascendente. A lo mejor, el presidente se llevó una impresión favorable y pudo rescatar algunas ideas que allí se lanzaron, pero nada más.

—Su balance, entonces, no parece muy optimista...

—No, ni puede serlo. Sábato habló mucho o peroró, mejor dicho, sobre el nombramiento de un consejo de notables que supervisara los programas de televisión. En Inglaterra funciona una instancia similar, presidido por la familia real e integrado por hombres notorios de todas las tendencias.

Cuando estuve hace mucho en Inglaterra, Chesterton me habló de ese consejo del cual él formaba parte y que, por aquel entonces, supervisaba sólo la radie, ya que la televisión todavía no existía. Eso quería Sábato que se hiciese en la Argentina. Borges dijo que él no integraría jamás ese consejo de prohombres. Sábato, entonces, agregó que él tampoco.

Yo pensé en ese momento para qué lo proponían entonces. O sea que ellos embarcaban a la gente pero se quedaban en tierra. Personalmente, no creo que ese consejo sea una decisión muy importante ...

—Dentro de su larga experiencia, ¿qué significa este almuerzo? 

—Para mí fue un hecho agradable, pero no muy trascendente. Al menos, que los hechos posteriores demuestren lo contrario, como por ejemplo, que aparezca el escritor Haroldo Conti. Algunos me habían pedido que intercediera también por varios ex funcionarios cesanteados aparentemente en forma injusta. Pero no quise hacerlo, pues me pareció que esos casos desdibujarían la dramaticidad de la situación de Conti, por cuya vida se teme...

—¿No se plantearon los cuatro asistentes hacer un balance juntos de esa experiencia que los involucraba?

—Al salir, había una nube de periodistas y los fotógrafos eran interminables, parecían formar de seis en fondo. Borges aprovechó algún vericueto para retirarse rápidamente. Antes de hacerlo nos invitó para que fuéramos a su casa a tomar un café. Cuando Sábato, Ratti y yo logramos zafarnos del asedio periodístico, nos fuimos hasta la casa de Borges, pero ahí nos llevamos una sorpresa. Una persona que nos abrió la puerta dijo que Borges no nos podía atender porque estaba en cama con fuertes dolores de estómago. En fin, son cosas que pasan...

Fuente: Periódico Digital El Virrey.


Nota anterior sobre este mismo tema


Agradecemos al comentador que nos indicó este artículo.




miércoles, 24 de agosto de 2011

Los Castellani de Florencia: Michele di Vanni (ss. XIV-XV)


Michele Castellani, hijo de Vanni, nieto de Michele, nace en la segunda mitad del siglo XIV. Su madre era Francesca, hija de Bettino Ricasoli

Como su padre y el tío Matteo, Michele participó activamente de la vida política florentina. A partir de 1404 hay numerosos testimonios del prestigio alcanzado por este joven Castellani. Como narra Buonaccorso Pitti en su Cronica, ese año Michele di Vanni Castellani se opone a que aquél obtenga los bienes eclesiásticos que le dejaba el abad de San Piero de Ruoti (Val d’Ambra) e intercede ante la Santa Sede para que tales bienes le sean asignados a su familia materna, los Ricasoli

Torre del Castellano, imponente torre medieval
fortificada en el Valle del Arno.
Ya testimoniada en el siglo X,
pasó a los Castellani en el s. XIV y la
retuvieron hasta el XVIII
Su padre Vanni era Gonfaloniero de Justicia, cuando tuvo lugar la caída de Pisa, y Michele fue designado padrino de los nuevos caballeros Francesco Senese Casali da Cortona y Piero di Benedetto Gaetani di Pisa. En 1407 Michele dio inicio al cursus honorum de la burocracia florentina como miembro del Consiglio dei Duecento, donde se destacó por sus intervenciones en temas de finanzas públicas. El 23/IX de ese año fue enviado como embajador ante Corrado Trincia, señor de Foligno, con el fin de liberar de prisión a Simone Capponi

Interviene en las consultas como representante del quartiere de Santa Croce entre 1407 y 1409. El 7/VII/1408 fue embajador en Siena. Fue también cónsul del poderoso gremio textil, el Arte di Calimala, en dos ocasiones: 1410 y 1423. La Señoría le encargó el 11/IV/1411, junto a Gino Capponi, Iacopo Gianfigliazzi y Bernardo Guadagni, la custodia del Papa Juan XXIII desde Bologna hasta Siena atravesando el territorio florentino. En 1413 fue miembro de los Otto di Guardia e Balia, y el 21/VI fue embajador ante el Papa Juan XXIII y la República de Siena. El 7/I/1418 tuvo a su cargo la sumisión de Florencia al nuevo Papa Martín V. En ese año y en 1421 fue electo para los Dodici Buonuomini.


Museo de la Historia de la Ciencia de Florencia,
antiguo Palacio Castellani
En 1421 Michele Castellani dio inicio a la más importante de sus misiones diplomáticas. La reina Juana II de Nápoles moriría sin herederos. Alfonso de Aragón, como rey de Nápoles, reclamaba la sucesión. Por su parte, Luis d’Anjou, pariente de la Reina hacía lo propio. El Papa Martín V se inclinaba más por este último. Florencia encargó a Rinaldo degli Albizzi y a Michele la negociación que, de salir mal, podía desencadenar una nueva guerra peninsular. La comisión florentina se entrevistó en Roma con el Papa, en Nápoles con la Reina y en Palermo con el rey Alfonso y el condestable Braccio da Montone. Obtienen una tregua de 20 días y, tras informar a la Señoría, se encuentran en Aversa con Luis III d’Anjou. Los anjevinos se negaron a aceptar la tregua, temiendo la llegada de refuerzos desde España, y Albizzi y Castellani pidieron al legado pontificio su intervención. Finalmente, Luis se avino a firmar. Juana II dejó la cuestión sucesoria sin definir, a pesar de los reclamos pontificios, pero por el momento, Alfonso se contentó con el ducado de Calabria.



Hasta el fin de sus días, Michele Castellani siguió realizando importantes misiones. En 1423 fue embajador ante el Legado Papal de Bologna, y obtuvo de éste el apoyo contra Filippo Maria Visconti. El 2/V/1424 fue enviado por la Señoría a Venecia como embajador, también a negociar una alianza contra los Visconti.


Capilla Castellani de la Basílica de la Santa Cruz de Florencia
El 5/XI/1424 fallecía en Florencia. Había desposado a Sandra di Bandino di messer Giovanni Panciatichi de Pistoia, y siendo viudo, se unió en segundas nupcias, en 1398, con Bartolomea di messer Giovanni Gambacorti. De estos matrimonios tuvo dos hijos: Lotto (uno de los exiliados tras el advenimiento de Cosimo de’Medici) y Alessandra (esposa de Donato di Leonardo Bruni, a quien aportó una dote de 1000 florines en bienes inmuebles, la dote más conspicua de su tiempo).



La muerte prematura de Michele di Vanni Castellani tuvo una repercusión importante en la fortuna familiar. Para cuando tuvo lugar el catasto de 1427, los Castellani presentaban numerosos problemas relativos a la repartición de las herencias de Michele y de Vanni, su padre. En el quartiere de Santa Croce, los Castellani descendientes de Vanni di Michele (Piero di Vanni, Giovanni di Michele di Vanni y Bartolomea viuda de Michele) fueron censados separadamente, con bienes relativamente modestos. Esta difícil condición financiera puede explicar el matrimonio de Alessandra con el hijo de Leonardo Bruni.





viernes, 19 de agosto de 2011

La pesadilla



«La Iglesia actual no está inspirada por el Espíritu de Dios. Muchas cosas que pasan en la Iglesia de hoy, sería impiedad nefasta atribuirlas a Dios. Habría que renunciar al sentido moral y aun a la más tenue idea del Dios del Evangelio.

«Conmigo la santa madre Iglesia no se ha portado como madre. Se ha portado de un modo inicuo, injusto, maligno, cruel e impecable. No se ha portado ni siquiera de un modo humano. He aquí una experiencia directa e irreductible, que no puedo eliminar ni interpretar al revés con ningún conato ni esfuerzo posible. Es una visión inmediata, como la de los ojos; más que la de los ojos. Visión mía propia, que no puedo comunicar a nadie. Pero yo la sé.

«Lo que me ha pasado no es algo que por accidente o excepción proceda de algún mandón eclesiástico desviado o malo. Procede directamente de la cabeza, es cosa de la “Jerarquía” y viene de lo más alto.

«Si la Iglesia ahora es así, siempre debe haber sido así; no veo solución de continuidad en ella. Entonces, Galileo, Giordano Bruno, Juana de Arco, Carranza… todos los que nos han enseñado a condenar como herejes y malos en las clases de Apologética…

«Mas si la Iglesia es un manantial de iniquidad desde su parte más alta; si es un simple organismo de ordenamiento humano y político, con esa condición de toda sociedad humana de odiar a la inteligencia; si no hay en ella el sentido de que no se puede promover el bien común condenando a un inocente; entonces, ¿qué queda de nuestra fe?...

«Pero Cristo es Dios, y Cristo fundó la Iglesia; hay bastante testimonio cierto de lo que Cristo hizo y dijo; hay evidencia del efecto moral sobrehumano de su doctrina en la historia; aquí en las mismas costumbres y gestas de este buen pueblo catalán, en las leyendas y las figuras esplendentes de sus santos, en la ley moral sublime vigente en el mismo lenguaje tosco del payés – si no siempre en sus actos…

«¿No estaremos sufriendo una corrupción nueva y misteriosa de la Iglesia? ¿No habrá dos iglesias, la de los ricos y la de los pobres? ¿No se habrá refugiado el Espíritu Santo en el pobrerío?

«¿Pero esto no es el error mismo de los protestantes, que niegan la Iglesia Visible, condenan su organización jerárquica, y encierran la Iglesia verdadera y las promesas de su Fundador en el secreto de los corazones, librando así la objetividad de la doctrina al capricho de la interpretación individual?

«¡Oh mi cabeza, mi cabeza!

«¿Cuál es el alcance exacto de las promesas explícitas de Cristo? Prometió que Pedro no erraría en la fe, ni por consiguiente sus sucesores; no prometió hacerlos íntegros e incólumes en su moral; es decir, no los hizo impecables. Prometió que Él estaría con la Iglesia hasta la consumación de los siglos; no durante la consumación de los siglos, en los cuales habrá, según está escrito, una inmensa apostasía. ¿No estaremos ya en los tiempos parusíacos? ¿No habrá volado la Iglesia al desierto? ¿No se habrá refugiado (por dos tiempos, un tiempo, y medio tiempo) en el corazón de hombres en soledad, que sin romper sus lazos con la jerarquía mundanizada, la soportan sobre sí como una carga de montañas y una presión de lagar; y son incluso perseguidos por ella?

«¿Qué hacer entonces? ¿Cómo conciliar el sentido moral interno con las órdenes inicuas e inhumanas de afuera?

«Acatar y no obedecer, como decía Alfonso el Sabio; aguantar la nota de rebelde y las sanciones más mortíferas; hacerse anatema por amor de sus hermanos; mirar de frente a una muerte desolada; antes de admitir en su interior la arrollante frase que está en la boca del vulgo: la Iglesia es una porquería.

«Yo soy la Iglesia también, al fin y al cabo; y está en mí no volverme una porquería…»

Ésta fue la pesadilla de Verdaguer; la que lo consumió, como se puede fácilmente colegir.

No está explícita en sus angustiosas cartas En defensa propia; pero las informa todas desde atrás, y asome en algunas frases fulgurantes; así como en esa veleidad que tuvo de predicar “la Iglesia de los pobres”; veleidad que Rusiñol hizo el eje de su drama, convirtiendo a Verdaguer en una vulgar cura socialista, teñido de un franciscanismo sentimental. Está sobre todo en los hechos de los últimos cinco años, en esa rotura definitiva de su lira esencialmente religiosa y devota, y en la consunción rápida de su salud y su vida. ¡Qué diferencia entre el retrato del rozagante joven presbítero, que está al principio del libro de Güell, y el retrato al lápiz del hombre maduro envejecido y devastado, del genial dibujante Casas, que está en el Museo Moderno de Barcelona!

Esta pesadilla no se disipó nunca del todo en el “poeta asesinado”; nunca surgió de su pluma el grito triunfal de la certidumbre. Su pluma simplemente se secó. Puesto antes al servicio de la Iglesia su iris de colores suaves —hasta rozar a veces la adulación su entusiasmo ingenuo—, después de los golpes recibidos, simplemente no pudo servir más. Se rompió.

Los asesinos de cuerpos son castigados por la ley; los asesinos de almas entristecen al Espíritu Santo, y su hecho no tiene perdón ni en ésta ni en la otra vida; aunque mueran “homenajeados” y luego les levanten estatuas.

La única solución teórica a la pesadilla de Verdaguer está en la parábola del trigo y la cizaña y en el dogma de la Parusía. Llegará un tiempo en el que el trigo y la cizaña, mezclados siempre en las eras humanas durante el curso de las edades, llegarán a la lucha suprema, la que no conoce piedad; y la cizaña crecida oprimirá al trigo de Dios de un modo insoportable, rodeándolo por todas partes como sin esperanza y sin respiro; tiempo en que la persecución, prometida a todo creyente, se hará interna a más de externa; y en que gemirá su carne a punto de aniquilarse.

Para ese tiempo se escribieron las últimas y más terribles —y más consoladoras— profecías.

El Ruiseñor Fusilado (Manresa, invierno de 1947 — Reconquista, verano de 1952).

Retrato de Jacinto Verdaguer joven
en el libro Vida íntima de Mossen Jacinto Verdaguer, Pbre. por Mossen Joan Güell, Pbre.
[Fuente: http://www.todocoleccion.net/]

Retrato de Jacinto Verdaguer, por Ramon Casas i Carbó
[Fuente: EpistemoWikia]



jueves, 18 de agosto de 2011

La populacheria lo va tiñiendo todo

‎"Lo que nosotros vemos con nuestros ojos es al vulgo que ha invadido todo y ha impuesto sus ideas, sus maneras de ver y sus costumbres, y gobierna como nunca ha gobernado, en forma inmediata y brutal... por medio de sus representantes; los cuales tienen que halagarlo para poder gobernar. Lo que vemos es que la populacheria lo va tiñiendo todo, incluso en parte a la religión, la cual se ve obligada a juntar grandes masas devotas, conmovidas por un instante."


miércoles, 17 de agosto de 2011

España


Cuando volvimos de España hace dos años después de otros dos de inmoración (o inmuración) nos preguntaban:
-- ¿Qué tal la España, usted que ha visto la España?
Respondíamos:
-- No sabemos. No la hemos recorrido. Estábamos reclusos. Sólo podíamos verla a través del ojo de un cerrojo.
Pero, pensándolo bien, por el ojo de la cerradura es donde se ven las cosas secretas. [...]
Somos más curiosos que cualquier sirvienta: algo hemos debido ver -- además de la última palabra sobre el caso Verdaguer, que estamos pretendiendo dar aquí. [...]
El español es el hombre de la pasión, no el hombre de la acción o la inteligencia, según Madariaga: si una gran pasión unifica su latente anarquía (lo cual no es nada fácil), es trabajador, activo e inteligente como el que más. Pero las pasiones que suelen apoderarse del español, no es la pasión de la avaricia [...] Es más bien la pasión de la religión o del honor --o del honor de la religión-- [...]
Por falta de grandes pasiones colectivas, el español sería ahora (como lo es por cierto) haragán y fiestero, pasivo y fatalista, insubordinado, aislado del mundo y displicente de la técnicas y las ciencias experimentales. [...]
Un conocido nuestro, estando nosotros en Barcelona, quería presentarse al Congreso Suareciano que allí funcionaba, y exclamar solemnemente en una sesión plenaria: "¡Suárez es la causa de la decadencia española!"
Fue disuadido por suerte: porque la podía pasar muy mal. Era "tomista" furioso. Entonces escribió una larga Memoria, abarrotada de tecnicismos, en prueba de su desaforada tesis, cuya lectura le hubimos de soportar. [...]
Según nuestro amigo, Suárez habría llevado tras sí la "ciencia española", desviándola y esterilizándola. Impuesto por obligación, por puntillo de honra nacional, y por facilonería, Suárez influyó en todo el proceso intelectual español hasta nuestros días, positiva o negativamente: hasta en Balmes, hasta en Unamuno --aunque éstos no lo sepan--, hasta en Ortega. [...]
En cuanto a su metafísica, aunque se diga que no es sino "la de Santo Tomás puesta al día", es una metafísica cismática del tomismo, compuesta de injertos y ensambles, en que se dan la mano (o más exactamente, se tocan con los pies) Santo Tomás, Escoto, Occam y el mismo Suárez, lo que él llama moderni: palabra que ha dado origen al infundio de la "modernidad' de su metafísica. [...]
El catalán concluyó con malicia, acabada ya la lectura, que a Verdaguer lo aplazaron tres veces en teología, porque en el Seminario se enseñaba teología suarista. Nosotros le argüimos que lo aplazaron porque no estudiaba; que se dejase de macanas. Rebatió con humor que "si hubiesen enseñado a Santo Tomás, Verdaguer habría estudiado: era un joven estudioso y muy inteligente. Se hubiera entusiasmado por Santo Tomás: no hubiera podido menos. Pero Suárez, con su teología y filosofía sin coherencia íntima, sin "desemboque en la percepción", sin relación continua con lo concreto, no puede dar cohesión intelectual, gozo intelectual, contemplación: no puede entusiasmar a nadie y menos a un tipo genial. Aburre, deseca, hincha; forma conceptualistas, racionalistas y, a la postre, charlatanes. Desvía al intelecto de su natural sendero y lo empantana en clasificaciones y distinciones de palabras.
"Y lo que le pasó a Verdaguer le pasó a toda España" -- concluía. Suárez impuesto por obligación, propagado por su poderosa Orden y vulgarizado por el clero, tiñó de conceptualismo la mente española, y la hizo reacia a las ciencias positivas: y estéril en las especulativas. [...]
No se podía discutir con el dominico, porque tenía una verba incoercible. Nosotros no osaríamos pronunciar todo lo que nos dijo; y su tesis nos parece muy discutible y delicada: más aún, paradójica. Pero tampoco podríamos negarlo. [...]
Después de la lectura de su imposible Memoria, el tremendo dominico se destapó con una acre diatriba acerca de los estudios en el clero español; que no nos atreveríamos a transcribir aquí como la tenemos anotada en nuestro diario. [...]
"El cura español no aprecia el trabajo intelectual, y el ambiente en que él actúa, mucho menos. Al contrario, muchas veces. Los Obispos no son elegidos entre los más doctos e intelectuales (lo cual quiere decir simplemente "espirituales"), sino entre los mejores administradores y gerentes. ¡Como si la Iglesia fuese una compañía industrial o mercantil!
"No digo que no se necesite también para obispar bien buena dosis de talento práctico. Pero lo malo es que los 'practicones' sin excelencia intelectual suelen tomar en inquina a los 'doctores sacros'. Y, sin embargo, San Pablo enumera el carisma de Doctor junto al de Pastor; y antes que él, incluso. Un buen teólogo merece tanto respeto como un obispo, en ley paulina. ¿Se da eso hoy, por ventura? [...]
--Nosotros hemos sido batidos en sangre --dijo lentamente, mirando arriba; no hace mucho. El clero español ha rendido un tremendo tributo de sangre y el pueblo español más. Una parte de España se convirtió en Caín; o las dos, mejor dicho. Nos mataban a nosotros los sacerdotes como perros, este pueblo español que llamamos católico. Si yo le pudiera echar la culpa a Rusia, sería feliz; pero no puedo echarle la culpa a Rusia. De aquí, de abajo de esta tierra brotó todo, lo malo como lo bueno. Los que abatían con toda tranquilidad a sacerdotes y frailes, y los buscaban para eliminarlos, eran gentes de por aquí; gentes que después, al ser tomados prisioneros y fusilados, se confesaban muchas veces y morían en la fe. [...]
Hablaba trabajosamente y repetía frases.
--No sé si esa matanza, ese desborde innatural de crueldad en nuestro pueblo, lo hemos entendido aún. Sentir, ya lo sentimos. Pero no sé si lo hemos entendido. No sé, vamos.
Calló un rato y después dijo:
--Hay demasiados casos como el de Verdaguer en la Iglesia, casos en que la inteligencia es destrozada por la sociedad. Cuando es la sociedad religiosa, es pésimo síntoma.
A mí se me ocurrió de repente una pregunta extraordinaria:
--¿Cree usted que hay una relación entre el caso de Verdaguer y las matanzas de sacerdotes en Cataluña?
--Hay una relación directa --nos dijo.
El Ruiseñor Fusilado
Suárez, Verdaguer y la quema de iglesias...

Videoteca Reduco: CASTELLANI Y LA DEMOCRACIA

Videoteca Reduco: CASTELLANI Y LA DEMOCRACIA: "Del Profeta de la Argentina: “El “sufragio universal” es una farsa porque desde su comienzo alimentó en su seno un sofisma: la “soberanía d..."

jueves, 11 de agosto de 2011

Fábulas castellanianas: Nuevo curso para jóvenes



Curso de formación para jóvenes
 
Las fábulas de Castellani
 
a cargo de la Prof. Angélica Seguí
 
"Sus fábulas no se parecen a las de nadie; son cosa propia de él, mejor dicho, son cosa nuestra. Está en ella toda la tierra argentina, el Chaco y la Pampa, y el río y los bañados, y en el espíritu del chajá, y del zorzal, y del zorro y del loro y de la comadreja, y del tigre, y del pirincho, y de la palomita de la Virgen...
 
No sólo me gustan las fábulas de Jerónimo del Rey por su realismo, sono por la fuerza poética de su visión y la originalidad de su expresión, y finalmente porque no ha sentido ese temor pueril que sientes nuestros escritores docentes de hablar de Dios". Hugo Wast
 
 
Viernes 12 y 19 de agosto de 19 a 21 hs
Librería Leonardo Castellani - Bartolomé Mitre 2162
Ciudad de Buenos Aires - Curso gratuito
 

Hacer clic sobre la imagen para ver

Para leer

Como de costumbre, los invitamos a seguir "navegando" este bloc de notas y descubriendo las novedades en materia de textos del Padre Castellani, fotografías, comentarios, etc.

Márgenes izquierdo y derecho del bloc.



Quedamos a vuestra entera disposición para consultas, aportes, ideas...

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Es católico Brujulat?


El señor Brujulat que vive enfrente de mí, ¿es un católico o no? Ha sido bautizado a la edad de siete meses, ha hecho la primera comunión, se ha casado por la Iglesia (pagó los cincuenta pesos al cura y se dejo llevar al altar vestido de Jacqué). Y cuando muera lo llevaran de nuevo al templo y será rociado de agua bendita y de latines frangollados. Conoce poco o nada de la religión. Va a misa o no va según le acomode. Tiene la cabeza llena de ideas heréticas o erróneas, bebidas en diarios, revistas y novelas. Vive conforme a una moral muy elástica y exterior. Ha puesto entre paréntesis unos dos mandamientos de la Ley de Dios y su fe consiste en una vaga mitología que no tiene mucha relación con la vida real. ¿Es católico Brujulat? Si quieren llamarlo católico hagan lo que quieran, pero yo no lo llamo católico. Algo así pasa con la Nación Argentina como nación. En su conjunto es católica mistonga (poco seria).


martes, 9 de agosto de 2011

Saber adónde vamos


¡Oh, quién nos dará el conocimiento de las profecías en esta época oscura, que no sabe adonde va y cuya principal necesidad es saber adónde vamos! De mí sé decir que ninguna cosa le pido en mi vida dura y difícil sino entender su Palabra; puesto que si no es para eso, no se entiende para qué ha hecho mi vida tan dura y difícil.
Psicología

lunes, 8 de agosto de 2011

Foto inédita


viernes 29 de julio de 2011

FOTO DEL P.CASTELLANI


En esta foto se ve al querido P. Castellani en Ezeiza, rumbo a México, con su amigo Don Florencio Gamallo.

(31-8-1972)

viernes, 5 de agosto de 2011

Notas al libro del Abate de Nantes


viernes 29 de julio de 2011


CASTELLANI Y EL LIBER ACCUSATIONIS

CASTELLANI Y EL LIBER ACCUSATIONIS

Obra en mi poder el ejemplar de la pirotécnica obra del famoso Abbé de Nantes, que perteneciera al querido P.Castellani. De él he extractado unas pocas páginas por las notas del padre con su letra incofundible. Aclaro que las notas no están destinadas a viejas devotas ni a católicos papólatras...







SIN PALABRAS...