Todas las energías del diablo están concentradas hoy día en corromper lo que es específicamente religioso.
Al diablo ya no le interesa matar; lo que le interesa es corromper, envenenar, falsificar.
Vivimos crudamente bajo el signo del que no puede vivir ni morir. El diablo no puede ni vivir ni morir.
Nuestra época no puede vivir y no quiere morir.
Leonardo Castellani
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