Manresa, 26 de septiembre de 1947.
Un día me enterrarán ...
¡Qué tranquilos que estarán!
Y yo más tranquilo
montado en un refucilo
más allá de Aldebarán
y ellos aquí ¿qué dirán?
Pues nunca me han conocido
dirán las mismas tonteras
con que en vida me han herido
y otras de muchas maneras
y yo estaré en el Reino del Olvido
libre de todas mis canseras.
O mejor no dirán nada
¿para qué quieres que digan?
a tu alma cauterizada
¿qué hay, que los de la manada
la maldigan o bendigan?
"El hombre que hacía daño
ya no existe -es decir, yo
el ermitaño
ingente silencio extraño
desapareció".
"Lo atropelló un camión
¿por qué entró en la ciudad?
salió de la soledad
a buscar la ración
en vez de hacer oración
a la suma deidad.
La verdad
es que era un animal sin corazón
un ente sin razón
hijo de la casualidad...".
Yo llevaré mi secreto
a entregarlo a Dios intacto
mi vida como un soneto
de pie forzado completo
habré trabajado exacto.
Y mi alma que el dolor
purificó de vileza
irá ensoñada de amor
irreal, como una flor
sin pies y pura cabeza,
Me sacudiré mis penas
de haber vivido con santos
topos unos y otros hienas.
"¡Ay - Jesús!" a manos llenas
Mas "Toma - hijo", no tantos.
Y mi enorme soledad
hallará su compañía ...
Oh días, marchad, marchad ...
Sólo hacer una bondad
o una mitad cada día.
Pongo en papel celofán
mi corazón con sigilo
mañana me enterrarán
¡Qué tranquilos que estarán!
Y yo estaré más tranquilo.
1 comentario:
Gracias Padre Castellani.
Gracias Castellaniana.
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