No sé por qué será
lo que yo digo en verso
no sé por qué será
siempre resulta cierto.
Si es de cosa pasada
es como un documento
si es de cosa futura
surge un día el suceso
—y pasado y futuro
son uno allá
en lo eterno—
el suceso increíble
indescifrable y tétrico
y muestra que lo que
leí en el cielo,
le puse rimas,
arrojé al viento,
había dado en el
mismo centro
como pedrada en ojo
tuerto.
Libro de las Oraciones
1 comentario:
Capaz que leía en el cielo nomás
van unos octosilabos relacionados que tenia por ahi
Clamaba al cielo un poeta
Desvariando por sus musas
Que en una ruleta rusa
Apostando había perdido
Y unos versos sin sentido
Malhadados hoy lo acusan
No eran tus musas poeta
¡Cómo pudiste jugarlas!
A tu fortuna, rifarla
Cual si fuera vil moneda
Tan sólo pena te queda
Quiero verte malgastarla.
No sabes que no eran tuyas
Mero mísero instrumento
Que hoy mueres en tu lamento
No sabes que no eras tú
Ni un pacto con Belcebú
Pondrá tus coplas al viento.
No viste quien manejaba
Del cielo a tierra tu pluma
Te escudaste tras la bruma
Y pretendiste torcer
Los trazos con tu querer
Tan sólo te brotó espuma.
Tú y tu canto son la nada
La nada más absoluta
El humo en una voluta
Es a tí lo que la piedra
Al canto no se lo engendra
Sino que se lo transmuta.
Y lo que tú traducías
Ya flotaba en la natura
O volaba en las alturas
Invisibles de la Hélade
Magna herencia de una pléyade
De más digna investidura.
Ya no habrá quién te redima
Ni alce tus versos caídos
Lacerados tus oídos
Anhelarán melodías
Hasta el final de los días
Sordos, secos y raídos.
El tesoro que has perdido
Se oculta en la creación
Y la participación
Que tuviste te fue dada
Por eso es que pura nada
Somos tú, yo y tu canción.
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