Desde la Fundación San Jerónimo queremos invitarlos al curso "Tres autores argentinos: Castellani, Lugones, Marechal", en el cual se abordarán diversos aspectos de la obra de estos grandes escritores de nuestra cultura nacional. Este se llevará a cabo de forma virtual los días 14, 21 y 28 de agosto a las 19:00 horas, y estará a cargo de los profesores Cecilia Giordano, Alejandro Mogni y Cecilia Peralta. El costo de la actividad será de $200 e incluye acceso al aula virtual, materiales didácticos, cuestionarios y certificación. Para inscribirse y abonar el arancel, deberán ingresar al siguiente enlace.
Formulario de inscripción:
Punto de encuentro de todos aquéllos que estén interesados en vida y obra del Padre Leonardo Castellani (1899-1981)
Para comunicarse con nosotros, escribir a castellaniana1899ARROBAgmailPUNTOcom
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jueves, 30 de julio de 2020
lunes, 20 de julio de 2020
Mientras quede algo por salvar
Mis amigos, mientras quede algo por salvar; con calma, con paz, con prudencia, con reflexión, con firmeza, con imploración de la luz divina, hay que hacer lo que se pueda por salvarlo. Cuando ya no quede nada por salvar, siempre y todavía hay que salvar el alma.
(¿Qué me
importa a mí de vuestros cines, de vuestros teatros, de vuestras
fiestas, de vuestros homenajes, de vuestras revistas, de vuestros
diarios, de vuestras radios, de vuestras milongas, de vuestras
universidades, de vuestros negocios, de vuestras politiquerías, de
vuestros amores, de vuestros discursos, oh rumiantes. Oh rumiantes de
diarios, empachados de cine y ebrios de palabrerías? Dentro de pocos
años os espero en la Chacarita.)
Es muy posible que bajo la presión de las plagas que están cayendo sobre el mundo, y de esa nueva falsificación del catolicismo que aludí arriba, la contextura de la cristiandad occidental se siga deshaciendo en tal forma que dentro de poco no haya nada que hacer, para un verdadero cristiano, en el orden de la cosa pública.
Ahora, la voz de orden es atenerse al mensaje esencial del cristianismo: huir del mundo, creer en Cristo, hacer todo el bien que se pueda, desapegarse de las cosas criadas, guardarse de los falsos profetas, recordar la muerte. En una palabra, dar con la vida testimonio de la Verdad y desear la vuelta de Cristo.
En medio de este batifondo, tenemos que hacer nuestra salvación cuidadosamente, al modo que el artista con los materiales a su alrededor hace su obra, adentro de sí mismo primeramente. No hay nada que no pueda servir, si uno es capaz de pisarlo, para hacer escala a Dios.
…Ni con el juicio oral, ni con el juicio político, ni con la Suprema Corte van a curar nada, mientras los argentinos de hoy seamos lo que somos, esencialmente descangayados, mientras perdure el desorden y el histerismo actual y la gran maquinaria invisible de ese desorden y ese histerismo, vigilada celosamente por el Ángel de las Tinieblas.
Pero eso sí, que no pongan sobre esa maquinaria, ni sobre lo que es puramente terreno (como Sarmiento, Chapultepec y la democracia), que todo es mortal y contaminado, ni a la persona de Cristo, ni su Nombre, ni su Corazón, ni la imagen inviolable de la Mujer que fue su Madre. Con esto sí que no hay reconciliación. Contra esto hay guerra perpetua. Mientras yo tenga vida, mi función (y para eso me alimenta el pueblo cristiano) es luchar contra el error religioso, la mentira en el plano de lo sacro y el Padre de la Mentira. Sin eso, no puedo salvar mi alma, ni me es lícito dormir, ni comer siquiera.
Yo no sé de cierto si estamos o no cerca del fin del siglo, tal como estoy cierto que yo estoy cerca de dejar pronto este encantador Siglo Veinte. Pero lo sospecho. Y lo deseo. El fin del siglo es el retorno de Cristo. Para ver el retorno de Cristo vale la pena pagar la entrada.
Cristo anunció que esa entrada no sería barata. Pero que valía la pena.
Veni, Dómine Jesu.
Es muy posible que bajo la presión de las plagas que están cayendo sobre el mundo, y de esa nueva falsificación del catolicismo que aludí arriba, la contextura de la cristiandad occidental se siga deshaciendo en tal forma que dentro de poco no haya nada que hacer, para un verdadero cristiano, en el orden de la cosa pública.
Ahora, la voz de orden es atenerse al mensaje esencial del cristianismo: huir del mundo, creer en Cristo, hacer todo el bien que se pueda, desapegarse de las cosas criadas, guardarse de los falsos profetas, recordar la muerte. En una palabra, dar con la vida testimonio de la Verdad y desear la vuelta de Cristo.
En medio de este batifondo, tenemos que hacer nuestra salvación cuidadosamente, al modo que el artista con los materiales a su alrededor hace su obra, adentro de sí mismo primeramente. No hay nada que no pueda servir, si uno es capaz de pisarlo, para hacer escala a Dios.
…Ni con el juicio oral, ni con el juicio político, ni con la Suprema Corte van a curar nada, mientras los argentinos de hoy seamos lo que somos, esencialmente descangayados, mientras perdure el desorden y el histerismo actual y la gran maquinaria invisible de ese desorden y ese histerismo, vigilada celosamente por el Ángel de las Tinieblas.
Pero eso sí, que no pongan sobre esa maquinaria, ni sobre lo que es puramente terreno (como Sarmiento, Chapultepec y la democracia), que todo es mortal y contaminado, ni a la persona de Cristo, ni su Nombre, ni su Corazón, ni la imagen inviolable de la Mujer que fue su Madre. Con esto sí que no hay reconciliación. Contra esto hay guerra perpetua. Mientras yo tenga vida, mi función (y para eso me alimenta el pueblo cristiano) es luchar contra el error religioso, la mentira en el plano de lo sacro y el Padre de la Mentira. Sin eso, no puedo salvar mi alma, ni me es lícito dormir, ni comer siquiera.
Yo no sé de cierto si estamos o no cerca del fin del siglo, tal como estoy cierto que yo estoy cerca de dejar pronto este encantador Siglo Veinte. Pero lo sospecho. Y lo deseo. El fin del siglo es el retorno de Cristo. Para ver el retorno de Cristo vale la pena pagar la entrada.
Cristo anunció que esa entrada no sería barata. Pero que valía la pena.
Veni, Dómine Jesu.
LEONARDO CASTELLANI, S.J.
(Villa Devoto, 24 de febrero de 1945)
(Villa Devoto, 24 de febrero de 1945)
martes, 14 de julio de 2020
Revolución y falsos profetas
El gran historiador francés, Jacques Bainville, dice que cuando ve a
sus compatriotas celebrando el 14 de julio, le parece un hombre que
celebrara todos los años el aniversario del día en que pilló una fiebre
tifoidea.
Y ahora... un millón de franceses han celebrado en París la
tifoidea.
Y qué quieren que hagan, así les han enseñado. ¿Quieren que
cada francés se convierta en un Jacques Bainville y rectifique la
historia por su cuenta? No es posible. Tienen que atenerse a lo que les
han enseñado.
¿Y quién les ha enseñado eso? Los falsos profetas.
Padre Leonardo Castellani, Los "pseudo" profetas (sermón sobre los falsos profetas modernos).
.
lunes, 6 de julio de 2020
Otra vez con el milenarismo de Castellani
Fragmento de la entrada "AINDA SOBRE O INCONVENIENTE LIVRO 'O FIM DOS TEMPOS E SETE AUTORES MODERNOS', DO PE. ALFREDO SÁENZ, SJ" de Carlos Nougué.
c) E o que dizer da inclusão do Padre Leonardo Castellani, que fora um dos alvos do decreto do Santo Ofício (da década de 1940) assinado por Pio XII segundo o qual “o sistema do milenarismo mitigado não pode ser ensinado sem perigo [para as almas]”? Pois é exatamente este sistema o que o Padre Castellani sustenta no texto incluso no livro do Padre Sáenz, que chega a dizer que a doutrina milenarista de Castellani não cai sob a interdição do referido decreto... Tanto cai, que Mons. Juan Straubinger, grande tradutor da Bíblia e companheiro de milenarismo de Castellani, deixou de sustentar esta doutrina assim que saiu o decreto (como se pode ler em nota à sua mesma tradução da Bíblia). É verdade que o prefaciador do livro lançado pelo CDB, Leonardo Penitente, diz ali mesmo que o milenarismo mitigado é um erro e que a obra por ele prefaciada deve ser lida com cautela. Muito bem. Mas haveria que acrescentar que deve ser lida com cautela por teólogos – e simplesmente não deve ser lida pelo público em geral, que não tem armas para defender-se intelectualmente diante de um autor brilhante mas defensor de algo interditado como o é o Padre Castellani. Mas é o que eu já disse no outro texto: infelizmente, multidão de importantes bispos, padres, juristas, etc., hispânicos tem em Castellani uma referência, mesmo quando sustenta algo, repita-se, interditado, e despreza assim o magistério da Igreja.
[El texto del P. Sáenz se puede leer aquí.] Recordemos que el P. Castellani se refirió a esta acusación numerosas veces, quizá donde más se explayó fue en su comentario a la obra del R.P. Florentino Alcañiz S.J., La Iglesia Patrística y la Parusía.
En cuanto a que el milenarismo mitigado o espiritual "no
puede enseñarse con seguridad", he aquí una explicación de sus alcances. Y sobre el espinoso tema del milenarismo puede ser útil consultar lo que sobre el mismo escribió Francisco Canals Vidal, por ejemplo aquí o aquí.
El libro en cuestión del R.P. Alfredo Sáenz S.J. en portugués, se puede adquirir aquí.
El libro en cuestión del R.P. Alfredo Sáenz S.J. en portugués, se puede adquirir aquí.
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