Eduardo Allegri: Me
parece que la poesía del P. Castellani habló de muchas cosas en verso. ¿Por qué
nos gusta la poesía del P. Castellani? Porque...
Roque Raúl Aragón: ¿Nos
gusta?
Eduardo Allegri: Sí...
Roque Raúl Aragón: A
mí no me gusta... (Risas).
Eduardo Allegri: A
nosotros, que la citamos y buscamos para ejemplificar alguna cosa...
Roque Raúl Aragón: No
entiendo la pregunta...
Eduardo Allegri: Claro,
¿es por la forma? Porque a veces le reconocemos buenos versos... y a veces los
citamos porque allí lo dice de mejor manera que en prosa...
Roque Raúl Aragón: Nunca.
(Risas).
La prosa del P. Castellani
es extraordinaria, es una prosa magistral , una cosa que tiene melodía, que
tiene musicalidad y por supuesto, vuelo poético. Además, una admirable
precisión en el lenguaje que la ha conquistado él en el estudio de la lengua y
en el estudio de las otras lenguas que ayudan al conocimiento del castellano,
como el latín y el griego.
En cambio, en la poesía,
se ve un envaramiento constante -en los versos quiero decir-....
La obra de Castellani es
primordialmente poética, aun cuando escriba como filósofo o sobre temas de
filosofía: siempre está el poeta rebasándolo; pero en los versos aparece
encorsetado, como si la musicalidad propia del verso lo obligara a ceñirse a
formas contrahechas que no permiten hacer un gran poema y no dejan que la gente
recuerde sus poemas, aunque los admire -porque son poemas inteligentes..., él
es un hombre de un talento superior-.
Jorge Ferro: A
mí me parece que el envaramiento ese del verso, que usted
señaló..., la posible explicación
estaría en lo que él cuenta cuando escribe la vida
de Horacio
Caillet Bois (2) su condiscípulo... cómo estudiaban en el
Colegio de la Inmaculada
de Santa Fe y les obligaban o les enseñaban a hacer versos para juegos florales
y concursos. Entonces les enseñaban a medir el verso y a meter en un molde
silábico el texto que ellos querían. De modo que les hicieron el oído a esa
métrica un poco violenta, diríamos neoclásica. Y él lo hacía con facilidad
porque era muy talentoso, pero el verso no fluye melodiosamente. Ahora, a mí me
parece que la raíz está en ese aprendizaje un poco compulsivo de meter en un
metro algo que en el fondo era prosa... algo así como cortar la prosa en
sílabas. Me parece que por ahí viene la falla de oído del verso de Castellani.
Roque Raúl Aragón: El
usa endecasílabos y octosílabos. Raramente otra medida. Y parece ajeno a la
influencia que tuvo Rubén Darío
en la lírica castellana; parece tomar los modelos de poetas españoles del s.
XIX.
Silena Moreno de
Carrasco: Yo le quería pedir si usted nos podría explicar
en qué veía el P. Castellani el aspecto criollo de Borges, porque yo no lo
veo...
Roque Raúl Aragón: ¿En
qué veía...? No, él lo dijo simplemente. Dijo que le reconocía a Borges sobre sí mismo el ser más criollo
que los ombuses, entre otras condiciones que le reconocía a Borges -porque intelectualmente también lo
elogió...-
Claro, Borges tiene un tono muy argentino, una
manera de hablar muy argentina, tal vez muy bonaerense, muy porteña, más
específicamente del ambiente de Adrogué donde vivió mucho tiempo. Pero
evidentemente es un hombre con lenguaje argentino, no sólo deliberado, si no
inconciente también, y con preocupación por los temas argentinos.
El tema del "compadre",
por ejemplo, lo descubrió Borges
y un poco fue él quién elevó el tema del tango a la literatura. Antes de él se
lo veía al tango desde el punto de vista de la moral y Borges hizo que se lo viera desde el punto
de vista estético.
Castellani no llegó a eso,
creo que no hay ninguna aceptación del tango en Castellani. (3)
Ricardo Barnada: A
mí me parece que el Castellani versificador -conforme a tu distinción, muy
feliz, de Castellani poeta y Castellani versificador- se da un poco aquel drama
de Cervantes que tanto lo acusa
él en su famoso poema:
"Yo
que tanto trabajo y me desvelo
por
parecer que tengo de poeta
la
gracia que no quiso darme el cielo..."
Castellani no es poeta en
ese sentido. En un análisis que hace de los dones del narrador, en forma
análoga, hace clasificaciones muy felices con esas certeras intuiciones y esas
frases brevísimas que usa él, producto de su densa cultura y dice, por ejemplo,
que Hugo Wast es un novelista, Gálvez
no es un novelista, Cervantes
tiene la facundia del novelista, Quevedo no es un novelista, como no lo es Gracián....(3).
Bien, yo diría que
Castellani quiso siempre ser poeta en el aspecto ése de versificador y no lo
es. Claro que en su poesía se encierran inmensas verdades argentinas, como por
ejemplo en esa poesía en que retrata al compadre de Buenos Aires que se rebela
y dice:
"¡Qué Argentina al Sur ni Argentina al Norte,
A mí lo que me agrada es bailar con corte!"(4)
Que es a lo que parece en
lo que vamos a terminar: la
Argentina de Rivadavia con la Aduana
y la pampa húmeda y algunas zonas privilegiadas más del país. El resto, la de
los caudillos, la sufrida, la de la Patagonia , la del Norte, temo la del litoral,
todas esas van a ser absorbidas por Chile por el Uruguay, por el Brasil...
Roque Raúl Aragón: La
primera vez que se echó esas cuartetas, (Castellani) se las atribuyó a Carlitos
Gardel.
Ricardo Barnada: ¿Ah
sí? Pues ahí se emparentó con el tango... En el famoso epílogo -que tantos
dolores de cabeza le costó- al libro La Revolución que anunciamos, de
Marcelo Sánchez Sorondo , donde
retrata para su desgracia a los militares, a los periodistas y a los obispos (risas)...
y los tres se juntaron para rajarlo de la Argentina , dice cosas felicísimas. Pero el verso
nunca es grato en él. Estoy contigo: es duro, fragmentado. ¡Cosa insólita en
Castellani con tal dominio del idioma como se ve en la magnífica prosa de él! Y
con el retrato y comprensión profundísima de nuestros mejores poetas como Sentir
la Argentina (5): Nadie ha escrito sobre Lugonesla Argentina. como él, por supuesto: es un tratado
de ciencia política y cultural sobre
Por eso, desde ese punto
de vista literario, Castellani es magnífico, pero estoy de acuerdo contigo:
poeta, así... no.
Hugo Esteva: Yo
he sido un lector muy irregular de la poesía de Castellani porque soy un lector
irregular de toda la poesía, por incapacidad tal vez. Pero en la de Castellani
me da una sensación... "Este hombre escribe mal de gusto". Y siempre
interpreté -lo digo aquí a ver si tengo razón o no- siempre lo interpreté como
una suerte de antiesteticismo de Castellani, como una búsqueda de no dejarse
tentar... hay muchas veces que uno tiene esta sensación: Este hombre con esta
fineza intelectual no puede haber puesto este verso aquí si no de gusto.
Antonio Caponetto: Quería
decir varias cosas aprovechando que no está el P. Sánchez Abelenda (risas)... Hay un libro de Borges cuyo editor no me acuerdo, que se
llama El tamaño de mi esperanza. (6) Borges no quiso que se incluyese en sus Obras Completas, y en ese libro
dice,
No se ha engendrado en estas tierras ni un místico ni un
metafísico, ni un sentidor ni un entendedor de la vida: nuestro varón mayor
sigue siendo don Juan Manuel de Rosas, gran ejemplar de la fortaleza del
individuo, gran certidumbre del saberse vivir. (7)
Y hace el elogio de esa
voluntad de criollismo que fue la Santa Federación. Creo que por ese cuarto de hora
nacionalista que Borges tuvo,
vale la pena que Castellani lo considerase acriollado como los ombuses: por lo
menos en algún momento de su vida, fue criollo.
Roque Raúl Aragón: En
el Evaristo Carriego, se refiere a
"...ese criollismo alerta de los hijos de
italianos".
Antonio Caponetto: Me
siento identificado, con diferencia de tuco en las venas (risas).
Quería contar una anécdota
que puede ilustrar lo que estábamos hablando recién. Hace una veintena de años
en casa de Genta -esto me llega
por tradición familiar- Castellani llega un día de visita. Y Lilia, la señora
de Jordán, que era una mujer realmente exquisita y sumamente culta, le dice,
algo así como:
- Padre,
la poesía es una adolescente apasionada que se entrega a muy pocos y a usted no
se le ha entregado.
Castellani se levantó
airoso, ofendido y le dijo,
- ¿Ahora
va a decirme que soy el mejor escritor argentino?
Y se fue. Claro, porque
para él ser "el mejor escritor argentino" era estar en la
línea descendiente de Rivadavia ,
Mármol, Echeverría , Sarmiento ... Pero creo -y a esto quería llegar
con la anécdota- que a Castellani le preocupaba mucho más la poesía que la
versificación. Porque él mismo se burla y zahiere a los poetastros nuestros
¡Salve país del plata y de la plata!
vanilocuo, bastardo y botarate
donde la gloria y la carne son baratas
Mitre es un héroe,
Mármol es un vate. (8)
Se ríe... pensaría tal vez
en lo que dijo Gálvez:
Mármol,
de cerebro tan duro como su apellido... (risas)
... y también se queja de
la falta de poetas en la
Patria. Aquí se nos recordaba el "qué Argentina al
Sur y qué Argentina al Norte", pero ese verso sigue y dice
Un país sin mañana, sin jefe y sin poeta
Un país que se divierte, un país que no se respeta
Un país corajudo y bravo para jugar a la ruleta.
Y en El Ruiseñor
Fusilado, cuando explica la Historia Argentina , dice que hay más verdad
histórica en las cuartetas del tango "Chorra" que en los
tomazos de la
Academia Nacional (risas). Y lo dice para justificar
aquello de Aristóteles de que
la poesía es más verdadera que la historia porque nos enseña el deber ser y no
sólo el ser transcurrido. (9)
Es decir que a Castellani
le preocupaba mucho la poesía y le despreocupaba la versificación. Por eso lo
traigo a colación sin saber lo que Hugo (Esteva) iba a decir, y también lo que
dijo Jorge Ferrola Patria y que el estro
poético esplende en su prosa más allá de la rústica versificación ocasional.
Creo que deberíamos hacer ese distingo. Si la Patria necesita para salvarse, entre otras cosas,
de los poetas, como figuras arquetípicas, Castellani fue un poeta, aunque haya
sido un versificador irregular. antes, tal vez
él versificara mal por antiesteticismo deliberado, tal vez versificara mal por
la manualística jesuítica que le imponía rimar "a" con "a"
y "o" con "o"... no lo sé, no sé por qué rimaba mal,
tampoco sé si siempre rimó mal o versificó mal, porque tiene excepciones. Lo
que sí creo es que era un eximio poeta, un poeta doliente de
Roque Raúl Aragón: Con
respecto a la versificación deliberadamente ruda, yo no creo que sea el caso de
Castellani. Sí el de Scalabrini Ortiz .
Cuando Scalabrini publica su Tierra sin nada, Tierra de Profetas, en el
Prólogo, defiende el valor poético de lo feo, cosa que es absurda, es una
contradicción en los términos. Pero Castellani no. Castellani no buscaba lo feo
ni lo duro. Era simplemente chapucero. Como tenía una enorme facilidad para
escribir -podía escribir varios poemas en el día y a medida que se le ocurrían,
a lo mejor leyendo el diario- tenía una idea y la desarrollaba fácilmente. Pero
no la corregía, no pulía. Hay un poema que cuando lo leí por primera vez me
gustó mucho porque estaba dispuesto a leer con admiración todo lo que llegaba
de Castellani y que empieza diciendo así:
"Oh religiosos que coméis a hora
tañida alegremente el ritmo crónico
mientras hablaís del gran poder masónico
y chiquilladas dignas de una lora." (10)
Estoy viéndolo de más
cerca el poema: se dirige a ciertos religiosos, se supone conventuales, y ataca
con el "a hora" -lo que no está nada mal, es una cosa muy
ordenada el comer a hora, ¿no?, no es un motivo de sátira-.
"Tañida
alegremente el ritmo crónico"
... ¿qué ritmo hay que no
sea crónico? (11) El verso es pobrísimo y hecho así muy
desprolijamente.
"Mientras habláis del gran poder masónico
y chiquilladas dignas de una lora".
Me parece bastante
edificante que los religiosos hablen del poder masónico mientras están comiendo
(risas)... se puede pensar que lo general es que hablen de cosas
baladíes pero "poder masónico" no es "chiquillada
digna de una lora". ¿Y por qué "lora"? Y bueno porque
tiene que concertar con "hora" y sale con la "lora"
(más risas). Y sigue:
"Citáis en una carta destructora
doscientos doce del jure canónico"
-eso no tiene ningún
sentido-. "Citáis..." ¿y por qué?... eso se los dice
achacándole un defecto, ¿y qué defecto sería? (12)
"Citáis en una carta destructora
doscientos doce del jure canónico
y morís de vejez o hastío bubónico...
No tiene sentido... y no
sé qué otra cosa más... no, no, sería cruel seguir... (risas). No creo
que fuera deliberadamente torpe si no que le cuesta la poesía, le cuesta la
adecuación al oído. Y de esto me dí cuenta una vez a propósito de un librito
mío (13)
que le llevé para que me lo revisara y me lo autorizara. Yo había puesto
ejemplos de poesías populares. Y una era la célebre del Valle de las Cintas:
"Del
tronco nació la rama
de
la rama nació la flor
de
la flor nació María
de
María el Redentor."
El segundo verso es largo,
porque tiene nueve sílabas. Los chicos cuando lo cantan, lo arreglan muy bien
que con el ritmo del baile y del canto, no se nota, pero Castellani lo notó.
Entonces corrigió:
"Del
tronco nació la rama
de
la rama nació flor"
se tragó el "la".
¡Y quedó feo, porque no tiene sentido! (Risas). Después lo corregí yo y
le puse
"
...de la rama la flor"
y queda perfecto. Pero no
se le ocurrió a él, él buscó donde podía encontrar una sílaba y tachó el "la"...
(risas). Bueno pero estoy hablando demasiado y le toca a otros...
Franco Ricoveri: Yo
quería referirme a lo que dijo Antonio (Caponetto ) hace un ratito: sobre Castellani poeta se escribió
poco. Lo único que recuerdo que leí es el librito que escribió Gallardo sobre Castellani que hacía esa
infeliz trilogía de Borges-Marechal
y Castellani como los escritores de nuestro siglo y decía que la parte poética
de Castellani le pateaba en contra, que era un filósofo con manejo poético o
algo así, por comparación con Marechal
que filosofaba con manejo poético mientras que Borges era poeta sin manejo filosófico, pese a que lo pretendía.
Esto viene a cuento porque lo poco que se habla de Castellani como poeta es en
contra, sin embargo, creo yo que Castellani tiene entre los mejores versos de la Argentina en general, ni
siquiera me limito a nuestro siglo. Tiene, sí, otras cosas, además, que no
corrigió, que no son de lo más felices. Pero también encontramos de los mejores
versos, algunas de las mejores poesías, más que versos, que podría ser
restringido.
Y en segundo lugar, una de
las causas por las que lo consideraría uno de los grandes poetas -ya ni
siquiera argentino, diría- es por ese manejo que tiene de la poesía en toda su
obra, ¿no? Nosotros leíamos cualquier cosa de Castellani y siempre mechaba
alguna poesía que, como decía Eduardo Allegri, nos va a quedar como resumen de
la idea que Castellani quería exponer, como que la esencia la ponía en un
verso. A veces, magistralmente; otras veces no, es cierto, pero muchas veces
magistralmente y son esas las poesías que nos gustan, no sé... como aquella que
dice
"Si yo tuviera un hijo le daría un buen caballo..."
y muchas otras, ¿no?. Ese vivir la poesía tan
fuerte que tenía Castellani dejó huellas clarísimas en la literatura que le
siguió, ¿no?
Roque Raúl Aragón: ¿La
literatura que siguió a Castellani?
Franco Ricoveri: Sí...
Roque Raúl Aragón: No
creo.
Franco Ricoveri: Porque,
en fin es una opinión, pero si pienso en quiénes son los grandes oradores de
nuestros días -acá me juego, voy a ponerlo colorado a Antonio Caponetto - creo que Antonio es uno de los
grandes oradores de nuestros días y ese estilo de mechar la poesía que tiene
Antonio yo creo que la aprendió de Castellani; y otro creo que es el P.
Podestá, también un gran orador sacro: ese estilo que reafirma los conceptos
con poesía lo toma del P. Castellani y eso es gracias al Castellani poeta.
Roque Raúl Aragón: ¿Pero
Castellani poeta se prolonga en oradores? Yo no conozco poetas influidos por
Castellani. Hombres religiosos, oradores y escritores, ciertamente, y muchos,
pero poetas...
Franco Ricoveri: ...
no los vamos a encontrar en el Suplemento Cultural de "La Nación ", pero que los
hay, los hay.
Roque Raúl Aragón: Yo
creo que ya no hay poetas. Que se han acabado. Ni en el Suplemento cultural de
"La Nación "
ni en el de "La Prensa "
ni en ningún suplemento de ningún diario. Actualmente no se encuentra ningún
verdadero poeta: lo serán desde otro punto de vista que a mí no se me alcanza y
para que ya tengo cierta incapacidad generacional, pero yo hace mucho tiempo
que no encuentro poemas... y a la
Argentina eso le está costando caro. (14)
Franco Ricoveri: Porque
no tienen cabida dentro del establecimiento cultural de nuestros días, no es
que no existan.
Antonio Caponetto: Yo
también creo que hay poetas ocultos en esta Argentina doliente y que no tienen
prensa. Y en ese sentido soy un poquito más optimista. Aquí, estos amigos que
han organizado estas jornadas sacan una publicación -no me han pagado nada por
este aviso comercial- que se edita cada lustro, es la única publicación que
tiene esa periodicidad, que se llama "El Druida". Y yo me
maravillo cada vez que la leo por las cosas que ellos escriben. No tengo
ninguna autoridad para juzgarlas, sólo la sensibilidad, pero verdaderamente me
parecen buenos poemas.
Y respecto de la
influencia que Castellani tiene sobre algunos de nosotros, sí, yo creo que no
se puede negar. Castellani no es responsable de los desvaríos que uno dice
cuando habla, pero indudablemente ha dejado su huella en todos nosotros.
Roque Raúl Aragón: No
la poesía del P. Castellani.
Antonio Caponetto: No...,
perdonen por un minuto de autobiografía... pero lo que ha influido mucho es el
sentido del humor de Castellani. Es un tema que aquí no se abordó.
Roque Raúl Aragón: Ninguno
de los nacionalistas que escriben deja de mostrar huellas de Castellani en sus
escritos. Castellani está presente en todos nosotros. Pero no el Castellani de
los versos. El Castellani poético está en la prosa.
Antonio Caponetto: Sí,
yo simplemente digo que desde el punto de vista de la influencia, personalmente
la veo llegar por el lado del sentido del humor y también por algunos poemas
como los que recordaba Franco
que, independientemente del análisis técnico que le pueda objetar tal o cual
asonanacia o consonancia, yo creo que están genéricamente logrados. Ese que
recordaba Franco es bello,
"Si yo tuviera un hijo le daría un buen caballo
para huir de las escuelas, los pedantes, los diarios..."
No es el único, en fin... pero hay una media
docena, tal vez, que son para recordar...
Roque Raúl Aragón: Tal vez tenga una media docena de versos
buenos... El problema es que se caen en cualquier momento inesperadamente y no
sirven.
Susana Caponetto: Yo
quería hacer una pregunta... ¿para ser poeta es necesario escribir versos?
Roque Raúl Aragón: No, no... por eso dije yo que Castellani era
un gran poeta en prosa.
P. Carlos Biestro: Perdone
Aragón, voy a tratar de contradecirlo. Yo creo que lo más valioso de
Castellani, lo medular, lo deja en una poesía. Toda la obra de Castellani se
cifra en "Jauja", (15) es lo que Castellani nos regala a los
católicos y a los nacionalistas. El aspecto heroico y el fracaso triunfante, el
glorioso fracaso del cristianismo que lleva a abordar la isla imposible. Y "Jauja"
es un magnífico poema. Es cierto que a lo mejor Castellani no tenía grandes
dotes de versificador, como decía Antonio Caponnetto y que él mismo reconoce en
el libro sobre Caillet-Bois,: cuando Caillet hacía versos muchos más perfectos,
él tenía pobres composiciones. Pero poeta, como dice Chesterton , en definitiva es el hombre que ve
cosas extraordinarias y las sabe expresar. Y Castellani las veía y las
expresaba. A Chesterton también
le achacaban el hacer malos versos y él respondió "-No me importa en
absoluto". Castellani dice que hay una forma de ser un gran poeta como
los grandes metafísicos y dice que de esos han habido muy pocos en la historia
humana. Creo que Castellani fue uno de ellos.
Y después, aquella
comparación entre el poeta y el profeta. El vate vaticina, el vate es el poeta
y como ve profundamente la realidad, ve venir lo que de esto va a salir. (16)
Creo que hay una razón por
la cual ha escrito malos poemas: cuando conoció la intensa purificación del
alma y conoció lo religioso de otra manera, con mucha mayor profundidad y de un
modo doloroso, se dio cuenta de que el arte cristiano puede ser gótico. El
término gótico era peyorativo. Las catedrales parecieron a los renacentistas
obras bárbaras, obras que carecían de las debidas proporciones, de las debidas
medidas. Y Castellani en el postfacio a Las Doce Parábolas Cimarronas,(17)
dice que lo que los renacentistas no podían comprender es que en esas piedras
había entrado la muerte y la resurrección. Y que para expresar el misterio
cristiano tenían que retorcer las piedras de un modo que escandalizaba a los
renacentistas que sólo entendían las proporciones mundanas.(18)
Creo que Castellani fue poeta, y fue gran poeta: persiguió lo extraordinario,
supo expresar su personalidad -esta es una nota que da Chesterton -, fue un metafísico y fue un
profeta. Tal vez no haya tenido las dotes de versificador que tenían otros,
pero nos deja algo que es medular, sustancial y profundísimo, y creo que la
cifra de todo Castellani está contenida en "Jauja".
Ricardo Barnada: Yo,
en defensa de Roque Raúl Aragón... porque debe estar pensado "-¡Pero si
yo no he dicho otra cosa!"...
Roque Raúl Aragón: Por eso
no supe qué contestar...
Ricardo Barnada: Ahora
esto ya parece un diálogo de sordos, con todo respeto a todos los que hablan:
se ha insistido en el gran poeta que es el P. Castellani, pero la expresión del
verso -o por descuido, o por falta de métier- en sus elementos formales,
resultan duros -en esto coincido con Roque Raúl, a mí personalmente no me
gustan nada-.
Tal vez ilustre el punto
aquello, tan escolar, acerca de si el poeta nace o se hace. Insisto: el gran
poeta nace y se hace. Es la diferencia, por ejemplo entre Almafuerte y Lugones, que a lo mejor en
Almafuerte había capacidad,
pero no se hizo, porque no hubo escuela; en cambio en Lugones hubo una escuela primorosa. Lugones,
entre paréntesis, nunca cedió en tres puntos fundamentales, si mal no recuerdo:
exigía el ritmo, la rima y el metro, usados con toda libertad, por supuesto. (19)
Y fue, en ese sentido, implacable con esa pseudopoesía moderna que se siente
genial y no se sabe qué es, si es prosa en pedacitos cortados o...
Roque Raúl Aragón: El, en último caso, se resignaba a que quedara
la rima, por lo menos. Y es lo que está en "Los Poemas Solariegos".
Ricardo Barnada: Claro.
Pero yo no he encontrado nada que se parezca al "Dorador" de
Lugones, poema estoico, formidable, con un fondo filosófico formidable... pero
en Castellani no encuentro nada de eso. En cambio me embeleso con toda la obra
de Castellani. Por supuesto que es en gran poeta, ¿quién niega eso?. Así que,
he salido en defensa de la salud mental de Roque Raúl.
P. Carlos Biestro: Mire,
no me quiero salir con la mía, simplemente respondía a la idea de que la poesía
de Castellani no nos ha dejado nada. Castellani cifró en poesía el cristianismo
"jaújico" y esto es lo que no entienden los cristianos hoy y
gran parte de la
Iglesia Establecida. Es lo que le recuerda al nacionalismo y
todo esto está contenido en una poesía: se decía que la poesía de Castellani se
podía dejar tranquilamente de lado. Trataba de responder a eso.
Sebastián Randle: Yo
quería preguntarle a Aragón... Sin saber absolutamente nada sobre el
particular, me inclino a pensar como él. Que formalmente de ninguna manera
puede sostenerse que sea un gran poeta. Una vez me tomé el trabajo de leer El
Libro de las Oraciones buscando una poesía, una sola, que no incluyera una
de esas esdrújulas abominables con las que arruina completamente los versos.
Encontré una, que es la "Oración por nosotros los vencidos"
que efectivamente es muy bonita. (20) Es mi excepción. Yo pregunto si Roque Raúl
tiene su excepción, en donde Castellani brilla con forma y fondo..
Roque Raúl Aragón: Tengo y lo voy a contraponer con un ejemplo
mío. Es una definición de la poesía. Yo, en unos debates que se hicieron en
Tucumán hace años, intenté definir la poesía porque se había caído casi en una
de desesperación de encontrarla, después de pasar por muchas famosas. Y yo hice
ésta:
Es poesía la verdad
entrevista por su gracia en la cosa
dicha con tal claridad
que el dicho le da eficacia más sabrosa.
Y Raúl Nadal, un poeta que
estaba ahí, me dijo,
- Pero yo no sabía que eras poeta...
- No, le dije, eso no
es una poesía. Es una definición filosófica puesta en verso. La
definición poética de la poesía la hizo el P. Castellani:
Un
poeta nunca miente
ni
en lo más imaginao
y
esto es todo inventao
y
no hay nada que no invente
Esa es una definición poética de la poesía. (Aplausos).
P. Francisco Avellá: Yo
lo que quería decir es que el Sr. Caponnetto ha dicho una cosa muy interesante
porque aquí se ha hablado de muchas cosas, desde ayer, y no se ha hablado de un
aspecto importantísimo e interesantímo del P. Castellani que es su sentido del
humor. Y entonces, mientras aquí se hablaba, yo asentía porque tengo entendido...
-yo fui alumno del P. Castellani desde el año '38 y a mí me explicaba nada
menos que Descartes y Kant, y
por supuesto era la lumbrera del Seminario-. Y yo tengo entendido que usaba la
poesía mala a propósito para el macaneo (la palabra que él usaba era esa)
por ejemplo cuando uno lee los pág.s esas de El Nuevo Gobierno de Sancho
hay unos versos dedicados a la muerte de Franklin Delano Roosevelt y todos los versos terminan con "miserere",
"miserere"... ¿lo recuerdan? Yo creo que él lo hacía a
propósito (21)... ¿para qué?
¡Para macanear! Aun en las clases de él nos hacía morir de risa con la
inventiva que tenía.
Ahora, resumiendo todo lo
que se ha dicho aquí, yo creo sinceramente que Castellani es uno de los grandes
poetas nuestros del s. XX...
Roque Raúl Aragón: No lo creo...
P. Francisco Avellá: Ahora
bien: hay que haber seguido un poco de cerca la vida del P. Castellani para
comprender por qué él no pulió más la parte formal del verso. No tenía tiempo.
Porque los jesuitas son así -¿acá no hay ningún jesuita? ¡Bueno, fenómeno!-,
los jesuitas son así, ven alguien que tiene valor... Castellani fue Director de
Estudios, que firmaba entonces con el pseudónimo de Palmeta los artículos que
luego constituyeron El Nuevo Gobierno de Sancho; al mismo tiempo era
profesor del Liceo de Señoritas "Tal"; llegaba de la calle con las
botas embarradas y con bombachas, y esa sotana rara que tenía él, para darnos
clase a nosotros de filosofía a las dos... ¡No se puede, no se puede así!...
Roque Raúl Aragón: No pudo. (Risas).
P. Francisco Avellá: Ahí
tiene razón, tiene razón. Yo he vivido en el ambiente jesuítico aquí y en
Europa, entonces me doy cuenta de que ellos son así: por eso digo que
Castellani no pudo hacer todo lo que podía en materia de poesía, porque era un
enorme poeta, él pensaba y sentía poéticamente... a mí me parece más poeta que
Bernárdez , por ejemplo. Claro
que hay un poeta mendocino que yo lo reverencio, y lo leo... que es Bufano.
Para mí Bufano es una
culminación. Y de ese no se habla. Se habla de unos cuántos pretendidos poetas,
como usted que...
Bernárdez es un gran poeta pero le falta algo
que tiene Bufano: a mí me parece más poeta que Bernárdez ... (aplausos en el sector mendocino)
...lástima que los libros de él son incomprables, yo no tengo más que uno y
cuando encuentro alguna poesía de él en alguna revista me hago mi propia
antología poética. A mi gusto, claro, y entre ellos, en primer lugar está
Bufano en primer lugar. Otra
gran poetisa de la cual tampoco se habla nada es aquella gran convertida María
Raquel Adler, otra es Margarita Abella Caprile, ¿no? Pero ya todo eso
desapareció, estamos en otra época, y creo yo que eso se debe a un
desmejoramiento no sólo en la formación de las generaciones actuales si no
también de la vida que estamos viviendo nosotros, como se ha dicho en estos
días.
Yo insistiría en el
sentido del humor que tenía el P. Castellani. Eso se ve, no solamente en toda
su obra, si no en la persona de él. Tenía una gracia, un encanto... eso lo sabe
ud. mejor que yo.
Roque Raúl Aragón: En la poesía lo humorístico es secundario.
P. Francisco Avellá: No,
no, no. Caponnetto me ha dado pie para que recordara que no se habló de un
aspecto muy importante de la vida de Castellani sin el cual no se comprende su
persona. Me pareció que ayer oí una frase... algo así como que era una persona
difícil, que era difícil acceder a él. ¡Era lo más fácil del mundo! Por lo
menos en mi caso...
Yo fui toda mi vida en el
Seminario bedel de clase. El bedel de clase tenía que ir cinco minutos antes de
la clase a golpearle la puerta al profesor, entraba o no a la habitación y le
traía un libro o se lo llevaba a la clase. Yo, a las dos menos cinco, le
golpeaba a la puerta y me metía en la habitación de él. El tenía una habitación
al estilo antiguo, muy larga, y una camilla... porque él sufrió de una cosa que
no sé si se sabe, sufría de insomnio. No sé si toda la vida, pero cuando yo lo
conocí era un hombre insomne. Los jesuitas se levantaban a las cinco de la
mañana, y decían la Misa
a las seis y media, que les ayudábamos nosotros, cinco seminaristas... ¡El se
levantaba a las ocho! No podía, no dormía... entonces, ¿qué hacía de noche?
¡Escribía versos en la pared!, estos ojos lo han visto. Lástima que nos los
anoté porque venía él y yo me tenía que ir enseguida, pero eso es verdad: él
vivía la poesía, la sentía..., estaba dentro de él, la poesía. Yo creo que si
hubiera tenido más tiempo, hubiese pulido más sus versos y hubiese escrito
versos estupendos. Por ejemplo, yo recuerdo ahora, el soneto aquel famoso -que,
estando de vacaciones, me lo citaba a mí un dominico- maravilloso, a San Alejo.
(22).
¿Lo recuerda usted? El poema de la escalera...
Roque Raúl Aragón: Sí, sí, sí. Pero lo emocionante es el caso de
San Alejo, más que el poema.
P. Francisco Avellá: ¡No,
el poema es formidable, no me diga que no! ¡Es maravilloso! No lo recuerdo de
memoria ahora, pero sí la impresión que me hizo cuando lo leí.
Pero quede en claro esto:
de todas las cosas que se han dicho aquí, queda un Castellani un poco allá
arriba. Pero la persona humana se nos escapa un poco. Y es lo que notaba el
Sr. Caponnetto: tenía Castellani un sentido del humor muy, muy... típicamente
criollo y, tal vez con influencia chestertoniana. Aunque reconozco que a
Chesterton nunca lo he podido
leer, no lo entiendo...
Roque Raúl Aragón: Se pierde mucho en la traducción...
P. Francisco Avellá: No,
aún en inglés, no lo entiendo...
Roque Raúl Aragón: ... él jugó mucho con las palabras en inglés
de modo que al traducirse, la gracia de los chistes se diluye.
Ricardo Curutchet: Padre,
yo no me atrevo a disentir con usted... pero lo he tratado de una manera muy
distinta que usted al P. Castellani; mucho -es decir, relativamente mucho-.
Pero él era un hombre retraído y no le daba expansión a ese sentido indudable
del humor que tenía, que sí lo expresaba a través de sus escritos y a través de
su poesía, o de su pseudo-poesía -porque en esto yo coincido con quiénes desde
un punto de vista formal no lo consideran un gran poeta y sí desde el punto de
vista del contenido de su pensamiento y de su expresión prosaica, valga la
aparente contradicción-.
Yo lo he tratado mucho en
lo de Ernesto Palacio, habitualmente una vez por semana comíamos o almorzábamos
con él y esos almuerzos se prolongaban hasta muy avanzada la tarde. Y nunca le
oí al P. Castellani decir nada precisamente ingenioso, con sentido humorístico.
Sí decía cosas geniales, cosas que realmente valía la pena registrar, pero no
desde el punto de vista del humor. Yo nunca le oí una manifestación de humor,
así, espontánea...
P. Francisco Avellá: Los
días jueves, en el Seminario -y por supuesto, los domingos- teníamos la tarde
libre, y entonces nos juntábamos en el patio a tomar mate. Cuando venía él, le
hacíamos rueda y allí decía cosas muy graciosas...
Ricardo Curutchet: Y
creo que -volviendo al tema de sus dotes o falta de dotes para la poesía- creo
que él le dió a sus incursiones poéticas, que eran muy frecuentes, un valor
instrumental, para completar su pensamiento y darle justamente este ingrediente
humorístico, que también asomaba en su prosa, desde luego... Pero creo que él
usaba eso con un carácter preferentemente instrumental.
Rafael Breide: Una
pregunta más sobre los versos de Castellani, sobre los temas de la poesía. El
dijo -no recuerdo dónde- que la poesía solamente puede tener tres temas: la Patria , de la que resulta
la épica; la Religión ,
que sería la poesía místicia; y el Amor de donde nace la lírica. ¿Eso es
realmente así?
Roque Raúl Aragón: Yo creo que evidentemente no. Hay un montón de
temas en la poesía que no son ni la
Patria , ni la
Religión , ni el Amor. A menos que se refiera exclusivamente a
la gran poesía, la poesía homérica o dantesca. Pero la poesía habitual tiene
infinitos temas, los temas de la vida, que no se resumen en sólo eso.
Ricardo Barnada: En
abono a lo que ha dicho el Padre (Avellá), yo una vez le ví a Castellani decir
chistes, no escribiendo, si no hablando. A él le molestó siempre la solemnidad,
le parecía que la solemnidad en las personas formaba como una corteza que
impedía entrar a la pulpa viva de la inteligencia del interlocutor. El quería
romper esa solemnidad. Y en un conferencia que dio en Concordia, y en donde
apareció con su habitual vestimenta, esa especie de sotana con una cincha negra...
Ricardo Curutchet: ...
de charol...
Ricardo Barnada: ...
y le molestó ver que había una serie de monjitas adelante y dijo:
-Mi
conferencia va a ser un plomo si le doy un carácter solemne.
Y quiso romper eso y dijo:
- Señores: Maldito sea mi padre porque
se llamaba Hércules y a mí me pusieron "Herculito". (Risas).
Todo el mundo estalló en
carcajadas y entonces él comenzó su conferencia en un ambiente sin esa
solemnidad que detestaba.
Emilio Berra: Yo
quiero relatar otra anécdota a raíz del sentido del humor de Castellani. No
recuerdo el año, pero le dimos una comida en el Restaurant Retiro, había mucha
gente. Todos los oradores hablaban de la Sinarquía , de los judíos... todo. Cuando le tocó
el turno al Padre para hablar, se levantó y dijo:
- Se ha hablado mucho de los judíos
aquí: ¡Qué judío ni qué judío!. Los únicos jodíos somos nosotros. (Risas).
Roque Raúl Aragón: Yo voy a contar otra. En una conferencia
estaba hablando de España y contó una anécdota de Santa Teresa, que tuvo una
visión del Señor. Le dijo:
- Teresa, has obrado bien, puedes
pedirme tres gracias.
- La primera,
dijo ella, que España se convierta íntegramente a la Fe y que tenga una Fe viva y
ardiente.
- Concedido, Teresa.
- La segunda: que España sea portadora
de la Fe y la
lleve a otros mundos, por todos los rumbos.
- Concedido, Teresa.
- La tercera: Que los españoles sean
comprehensivos entre sí, que se amen como hermanos, que vivan en paz.
- Teresa, vete a la mierda, le
dijo. (Risas y aplausos).
Antonio Caponnetto: Esta
mañana en la homilía Fray Patricio Battaglia nos recordaba la relación que había entre el P.
Castellani y San Jerónimo y yo
en un momento de irreverencia me acordé de eso que él le escribió a San
Jerónimo:
Un Arcángel lo azotóf,
fue porque a César leía,
¡Madre de Dios, qué sería,
si leyera a Gerchunoff! (Risas) (23)
La poesía siempre le sirve
como instrumento, como decía Ricardo, para enseñar algo:
El veinticinco de mayo,
día del trueno y del rayo:
último del despotismo
y primero de lo mismo. (Risas) (24)
... y así uno se entera de lo que pasó el 25
de mayo de 1810. O cuando explica el liberalismo:
Igualdad
oigo gritar
al
jorobado Fontova,
y
me pongo a cavilar
¿querrá
vernos sin joroba,
o
nos querrá jorobar? (Risas y aplausos) (25)
y uno entiende la igualdad
liberal, y así sucesivamente... Creo que era el instrumento con que expresaba
su sentido del humor ¿no?.
Jorge Ferro: Una
maldad para atacarlo a Biestro... En primer lugar es cierto que Castellani
humorístico, cáustico y satírico en eso no tenía rival en poesía. Los mejores
versos de él, los más logrados, son cáusticos... se podrían citar miles como
aquel que dice
Nosotros
somos los buenos,
nosotros,
ni más ni menos
los
otros son unos potros
comparados
con nosotros. (26)
o aquel otro:
Murió
Franklin Delano
nadie
por eso se altere... (27)
jugando con la medida del
verso, y demás, en broma. Pero, aún cuando quería hacer versos serios... no
tenía el don nato de la música del verso. En esto estoy con Raúl. "Jauja"
es un poema fantástico, pero el humor, aun ahí le invade. Un verso en "Jauja"
como
Dar
dos recibir cuatro, cosa es de petardista
es un verso que suena
ríspidamente al oído, ¿no? El gran don de la música no lo tenía, pobre
Castellani, me parece a mí. Y para atacarlo a Biestro: un alma grande que vio
muchísimas cosas, que pasó noche oscura, por cierto, que estuvo preso como
Castellani, que se escapó como Castellani, perseguido por sus hermanos como
Castellani y sin embargo tenía el don de la música del verso: es San Juan de la
Cruz . Tenía el don de la música
del verso y me parece que, ahora en serio, ese don Castellani no lo tenía. El
humor lo desbordaba, pero el verso en San Juan es un verso perfecto, cargado de
música para el gran tema, el tema religioso, como decía Rafael (Breide). Y él
podía expresar los matices más delicados en versos llenos de música. Me parece
que no es el caso de Castellani.
Sebastián Randle: Yo
ahora lo voy a atacar al Felón. Acá sigue un poco la confusión entre fondo y
forma, ¿no?, a pesar de todo. Porque también está el asunto éste de si el cura
tenía oído... o si se lo deformaron. La
psicología tiene una variante que es la psicometría, una variante
fenomenológica, y se ha determinado de esta manera que la gente inteligente
tiene oído y que la gente que no tiene oído -las estadísticas dicen esto- no
son tan inteligentes. Respecto del cura Castellani lo de la inteligencia está
fuera de discusión. Lo que estamos discutiendo es su oído. Y me acuerdo, claro,
lo de San Pablo "Fides ex auditu" y todo lo que dijo el P.
Biestro ayer: qué bien oyó el
P. Castellani a sus mayores. Lo que dijo Fray Patricio esta mañana: qué bien
escuchó a San Jerónimo. Y todo esto me gustaría resumirlo en una cosa que
escribió en Jauja y que me pareció lo mejor que se podía escribir sobre
el progresismo de esos años. Había salido el Catecismo Holandés: los más chicos
acá, no sabrá qué era. Era un refrito abominable de herejías que se presentaba
la suma expresión de la nueva Iglesia. Y en Jauja él comenta: ha salido
este nuevo Catecismo y en la parte de la Anunciación del Angel el holandés dice que cuando
el Angel le explica a esta doncella hebrea que va a ser Madre de Dios, esta
muchacha, ¿entendió lo que el ángel le dijo?. Evidentemente, no. Y el P.
Castellani, anota: evidentemente sí, porque el ángel se lo dijo y la Virgen no es sorda. (28)
(2) Cf. Una Gloria
Santafesina... op. cit., pág. 35: "El método milagroso de
Marzal que nos formaba el oído
en 15 días y 4 clases era «empedrar», como lo llamábamos. El maestro nos daba
un poema cualquiera (soneto, romance, etc.) descoyuntado en prosa, y nosotros debíamos
restaurar los versos".
(3) Cfr. "El
Tanguista", cap. IV de El Nuevo Gobierno de Sancho, Buenos
Aires, 1976, pág. 39 et seq. "El tango es un síntoma de la
degeneración biológica de algunos muchos colonos del Río de la Plata ", cfr. Jauja,
nº13, Enero-Febrero-Marzo de 1968, pág. 63. En el nº 8 de Agosto de 1967, pág.
32, Castellani habla de "Una nación degradada, podrida en
tango...". Vide quoque "a modo
de epílogo o epílogo intruso" en La Revolución
que Anunciamos, de Marcelo Sánchez Sorondo , Buenos Aires, 1945, Nueva Política,
pág. 271 et seq.: "Estética y culturalmente el Tango será una
porquería, pero no lo podemos despreciar: es la expresión poética genuina de
nuestra "masa" actual... (pero) ninguna torpeza o error de los
pequeños nos hará olvidar las palabras de Aquel que dijo "Me dan
lástima estas turbas, porque andan como ovejas que no tienen Pastor".
El compás que les venía de arriba no era de himno ni de marcha, si no de
tango". Castellani ve cifrada en el tango la bastardización de la Argentina. Así , por
ejemplo, en su carta al Nuncio Zanín ,
dice que "(La
Nación Argentina ") en su conjunto es católica mistonga,
tiene una especie de cristianismo de tango". Cfr. Seis Ensayos y
Tres Cartas, en la Biblioteca
del Pensamiento Nacionalista, Vol. I, Buenos Aires, 1973, Dictio, pág. 335.
Es idea recurrente en él, por ejemplo lo que escribe en el nº 43 de Dinámica
Social, marzo de 1954: "¿Qué impide que un autor de tangos sea
cristiano? Nada con tal que queme primero todos sus tangos y no escriba ninguno
más." Cfr. Notas a Caballo de un país en..., op. cit.,
pág. 456. Lo mismo se hallará en Martita Ofelia y Otros Cuentos de Fantasmas,
Buenos Aires, 1977, Dictio, pág. 14, donde habla del ambiente que engendra
perversos, depravados y asesi nos: "... ese clima moral compuesto de
tangos compadres y lascivos". No obstante, en El Ruiseñor Fusilado,
Buenos Aires, 1975, Penca, pág. 123, sostiene que "los argentinos de
hoy, que tenemos que ganarnos la vida... nos sentimos expresados por la letra
del tango ..." y transcribe a continuación tres estrofas de "Chorra".
En Nueva Crítica Literaria, Vol. VIII de la Biblioteca
del Pensamiento Nacionalista, Buenos Aires, 1976, Dictio, página 380,
Castellani casi defiende el tango: "La letra de tango expresa el ethos
y el pathos popular en forma bárbara, moliente y a veces pútrida; pero
lo expresa. ¿Querrían ustedes que el pueblo cantara las traducciones de
Mallarmé que publica La Nación ?"
(3) "Hay cuentores
que logran hacer creer lo que cuentan, así sea ello ultra-inverosímil, y otros
que por más esfuerzos, no lo logran: y ahí está lo brujo del arte de narrar.
Probablemente la cosa está en que el cuentor auténtico es el primer
engañado, empieza por engrupirse él, se prende en su propio lazo
("si vis me flere -flendum est ipsi tibi") y los otros vienen a ser
como predicadores incrédulos. Don Juan Manuel poseyó esta brujería. Wells , Benoit y Pío Baroja la tienen. Joyce, Abel Hermant y Ricardo León, aunque
revienten no la tienen. Cervantes
la tiene. Quevedo no la tiene.
Voltaire no la tiene y
Alejandro Dumas ¡la tiene! Balzac la tiene, Anatole France no la tiene ¡y
George Ohnet, oh envidia, la tuvo! Gracián no la tiene. Isla no la tiene. Fernán Caballero la tiene. Pereda
la tiene. Don Hugo Wast la tiene." Cfr. Crítica Literaria,
en el Vol. IV de la
Biblioteca del Pensamiento Nacionalista, Buenos
Aires, 1974, Dictio, pág. 314 et seq.
(4) Esta poesía
se encuentra en varios lugares. Con el título de Romance de la pobre patria,
en Martita Ofelia y otros cuentos de fantasmas, Buenos Aires, 1977,
Dictio, pág. 62; sin título en Las ideas de mi tío el cura, Buenos
Aires, 1984, Excalibur, pág. 131 y en Las Canciones de Militis, en el
Vol. I de la Biblioteca
del Pensamiento..., op. cit., pág. 137. Vide quoque El Ruiseñor
Fusilado, Buenos Aires, 1975, Penca, pág.. 84.
(5) Originalmente
apareció como libro, Buenos Aires, 1938, Adsum, 32 págs. Luego se incorporó a
la tercera sección de Crítica Literaria, op. cit., y finalmente,
como capítulo V de Lugones, Buenos Aires, 1964, Theoría, 128 págs.
(6) Antonio
Caponnetto aludía aquí a la primera edición, Buenos Aires, 1927, Proa.
Curiosamente a los pocos meses se reeditaba el libro con gran publicidad.
(7) Cfr. op. cit., Cap. I.
(8) Idem
(9) Cfr. El
Ruiseñor Fusilado, Buenos Aires, 1975, Penca, pág. 123 et seq.
(10) Cf. Los
Papeles de Benjamín Benavides, Buenos Aires, 1978, Dictio, pág. 193. El
verso dice así:
"Oh
religiosos que coméis a hora
fija,
tañida alegre en ritmo clónico
discutiendo
del gran poder masónico
o
chiquilladas dignas de una lora"
(11) El verso
original dice "clónico".
(12) El art. 212
del Código de Derecho Canónico dice que "Los fieles... están obligados
a seguir, por obediencia crisitana, todo aquello que los Pastores sagrados, en
cuanto representantes de Cristo, declaran como maestros de la fe o establecen
como rectores de la Iglesia ".
(13) La Poesía Religiosa
en la Argentina ,
Buenos Aires, 1968, Ediciones Culturales Argentinas.
(14) "La
decadencia de la poesía en el mundo actual es visible. Los versos se han convertido
en «juegos estéticos refinados e inútiles». El poeta no es como en otros
tiempos un «vates», un ser semi-divino o semi-adivino." Cf. Una
Gloria..., op. cit., pág. 59.
(15) "El
año cincuenta -y antes del 60 (no recuerdo la fecha) acabé de leer meditadamente
el gran tratado de Kirkegord "Posdata definitiva no científica a las
Nonadas Filosóficas", después de haber leído otras obras menores para
alcanzar su comprensión. El libro me fascinó (o más elegante me impactó)
de tal modo que ese mismo día escribí el poema kierkegordiano jauja, el mejor de los míos (esto quizá
no sea decir mucho) con una facilidad no ordinaria, como si alguien me lo
dictase.". Cf. De Kierkegord a Tomás de Aquino , Buenos Aires, 1973, Guadalupe, pág.
262. A
continuación transcribe el poema.
(16) "El
vate predice un suceso próximo, en el cual ve por transparencia y prolongación
de líneas otro suceso mayor, más remoto, difícil y arcano; como Cristo Nuestro
Señor en su sermón esjatológico... Una cosa análoga ocurre en la poesía...,
pero en forma diversa, porque la poesía ordinariamente ve leyes o esencias
universales al trasluz de un caso concreto...". Cfr. Los Papeles...,
op. cit., pág. 53.
(17) Buenos Aires,
1960, Itinerarium, 173 pág.s.
(18) Ibidem, pág.
165: "El arte cristiano quiere indicar, guiar, mover, más que definir o
apaciguar en lo terreno. Es un arte vulnerada, que snagra de manos, pies y
costado. La muerte ha entrado solemnemente en ella, la muerte y la vida futura.
Lo inefable la obsede; y por eso no puede cerrarse elegantemente sobre sí
misma, en la curva perfecta del arte griega, contenta con el mundo de acá".
(19) Chusca o no,
Castellani propone la siguiente clasificación: 1) Con sentido, con ritmo
sin rima: verso libre; 2) Con sentido sin ritmo con rima: lugonoidea;
3) Con sentido sin ritmo ni rima: prosa poética; 4) Sin
sentido con ritmo con rima: jitanjáfora; 5) Sin sentido con ritmo
sin rima; logofluncia, y 6) Sin sentido, sin ritmo ni rima: gagarroica.
Cf. "El Profesor de Poesía", Cap. VII de El Nuevo Gobierno...,
op. cit., pág. 72.
(20) Op. cit., pág. 81 et seq.
(21) "Traducción
libre del Miserere en latín que se celebró en la Catedral de Buenos Aires
el 16 de abril de 1945, enviada por Sancho I desde su prisión en la Patagonia ". Op.
cit., pág. 309.
(22) Cf. El
Libro de las Oraciones, op. cit., pág. 73 et seq.
(23) Cf. Las
Canciones de Militis, en el Vol. I de la Biblioteca
del Pensamiento..., op. cit., pág. 21. En lugar de «Madre de Dios»
Castellani había escrito «Fuego de Dios».
(22) Cfr. Seis
Ensayos y Tres Cartas, Buenos Aires, 1978, Dictio, pág. 137.
(23) No encontré
la referencia.
(24) Idem
(25) Cfr. El
Nuevo Gobierno de Sancho, op. cit., pág. 310.
(26) Cfr. Jauja,
nº 32, agosto de 1969, pág. 32.
5 comentarios:
Entonces solo a Allegri, a mí y a los de Stat Veritas le gusta la poesía del cura?
No, a todos los que participaron del debate les gusta la poesía de Castellani. Por el contenido. Pero tienen la suficiente sensibilidad poética como para darse cuenta que "la forma" no está lograda.
Es una cuestión de refinamiento gustativo. El gusto de todas las cosas buenas se hace, se cultiva, se entrena.
Y creo que Allegri no dice que la poesía de Castellani sea buena, ni que le guste per se, sino que, si se lo mira en el contexto, se pregunta el por qué le gusta a pesar de sus defectos.
Y en ese sentido, a todos les gusta.
Pero eso no quiere decir que no se pueda distinguir o apreciar la musicalidad, ritmo y cadencia que constituyen las características esenciales de la poesía grande, y concluir que Castellani carecía de ellas.
Whiskerer.
–¡A mí me gustan las poesías de Castellani! –dijo de repente Clyde, hiriendo el silencio del atardecer. No preludiaron señales ni hubo ocasión próxima del tema; salvo, tal vez, algo encerrado en esa notebook que había obtenido en su última visita a la tienda de David, y de la que últimamente no se despegaba, en homenaje a las lágrimas del tendero.
–Sobre gustos... –musitó Bonnie, ni aceptando ni esquivando la posible controversia, ya que todo su ser estaba concentrado en limpiar y aceitar el Colt.
–¡Pero es que la materia importa poco, si la forma resplandece! ¡La existencia no siempre oculta la esencia! ¡Basta con que de algún modo se ponga la potencia en acto, y el entendimiento aprehennnda...!
–Clyde, bonito –lo interrumpió Bonnie, algo fastidiada–, abandona ya mismo esas categorías, que no te sientan bien.
Apoyó suavemente el Colt en el regazo, suspiró y dijo:
–Igual entiendo lo que quieres decir. Hablas de arte, esa zona donde se reúnen, un poco atropelladas, o embolismadas, todas las potencias interiores, incluso las sensaciones inaugurales, los simples gustos personales que acarreamos desde niños. A ti te gusta el Greco y yo lo rechazo. Billy adora a Bécquer, y tú te mofas de Billy. Y ahí lo tienes a Bobby, que se aburre con el ruso Fiodor, aunque nosotros ya llevamos cien lecturas del Inquisidor a la luz de la luna. ¿Y cómo puede uno despegarse de una cancioncilla tonta que lo acompañó en un pasaje importante de su vida?... ¿Ves?
–Sí, veo... Pero, mi querida Bonnie, el arte no puede estar sujeto...
–... ¿a nuestro antojo?
–Pssí... ¿o no? –aventuró Clyde, sin riesgo y poniéndose colorado. Cuando Bonnie le susurraba de esa manera, se sentía haciendo malabarismos para no caer en el lodo.
–Amor mío, debes pensar en esto: no sólo está el artista y su obra, sino también quien participa de la obra de ese artista. ¿Cómo hacértelo entender?... Hay obras que se consideran perfectas por el cumplimiento de las reglas de su propio arte, y son pocas. Pero hay otras que representan una búsqueda perfecta mediante una ejecución imperfecta, y son la mayoría. Sean éstas o aquéllas, cada vidente u oyente, o sea cada participante, establece una comunión personal y perfectamente distinguible de las de todos los demás. Por supuesto que hay algunas que son imperfectas en la idea y más o menos perfectas en la ejecución, y otras que son imperfectas a todo lo largo. Pero estas dos clases pertenecen a los críticos; nosotros sigamos hablando de arte.
–Para qué te entienda, querida Bonnie, ¿cuáles son para ti...?
–Bueno... –lo interrumpió dulcemente Bonnie, levantando de nuevo el Colt–, yo soy muy exigente con esas clasificaciones. Para mí hay una sola obra de arte perfecta, que ni aún sometida a la imperfección de sus narradores perdió una pizca de su perfecta cualidad.
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///---
Bonnie alzó el Colt a la altura de los ojos y apuntó a lo lejos, probando la mira y la mirada. Clyde esperaba la continuación, pero pasaron varios minutos y Bonnie siguió callada. Se paró frente a su mecedora y sostuvo el arma con su ombligo, haciéndole un leve reproche con las cejas.
–Mi cielo –dijo Bonnie, alzando el revólver y mirándolo a los ojos a través del cañón–, ¿quién hace la obra de arte, por qué la hace, cómo la hace, para quién la hace? Si yo te pintara en un cuadro, Clyde, haría una obra de arte: porque lo haría yo, porque con él te demostraría mi amor, por el esfuerzo de que sería capaz y, al fin de cuentas, porque serías tú el destinatario. Sería una obra de arte, Clyde... para ti. Pero, ausente la habilidad y limitado el propósito, no lo sería para nadie más. Quedaría como un testimonio, mi amor, que no es poco... Bueno, anda, ve, hazte esas mismas preguntas ante todo lo que sea llamado "obra de arte". Pero una vez que tú, mi pequeña bestia, juzgues cuáles lo son y cuáles no lo son, a la vez habrás reconocido cuáles te gustan y cuáles no te gustan. Ese reconocimiento, que tiene que ver contigo y con nadie más, es la parte principal de tu juicio. Es el misterio de luz y oscuridad de la obra de arte, mi cielo, mi amor, mi bruto querido: qué profundidades toca, qué contradicciones revela, qué deseos enaltece, qué torceduras ilustra. Y, por supuesto, “cómo” lo hace. Pero eso ya no será lo único significativo, porque cuando algo te "guste", estarás a solas con el artista a través de su obra. Te amó sin verte, lo amarás sin verlo. Pues te llevó a participar de lo que conocía y amaba, sin ni siquiera el imperio de su presencia. Y de algún modo que no se puede explicar, también lo habrás hecho partícipe de tu vida. ¿Entiendes por qué son tan escasas las obras de arte y por qué una sola lo es de modo perfecto y de muchas maneras? Aunque eso no impide que el arte sea practicado y participado una y otra vez, mientras haya alguien que... Bueno, basta, vayamos a lo del tendero a descansar de esto, ya que no encontraremos allí nada artístico. Además, me quedé sin balas.
Se levantó para ponerse las botas, mientras Clyde permanecía mirando fijamente la mecedora vacía, tratando de resolver si le gustaban o no las poesías de Castellani. La única decisión clara que pudo tomar antes de cabalgar hacia el horizonte fue la de impedirle a Bonnie que lo retratara para la posteridad.
No son algo menor la métrica, los acentos , las rimas, y los buenos sonidos de la palabras.
Lo que dijeron San Juan de la Cruz, Fray Luis, Garcilazo, Manrique, Zorrrilla, Lope, Calderón, y otros, desprovisto de la maravillosa forma, sería leído por pocos, y ya hubieran sido olvidados.
Es más no todas las composiciones de Fray Luis, Garcilazo, Manrique, Zorrrilla invitan a una segunda lectura.
Eso de querer decir que Castellani era un excelso Poeta descuidando las formas no me convence para nada.
Lo que pasa es que a veces Castellani salva una composición desprolija y poco atractiva con uno o dos versos o una estrofa perfecta.
El Poeta se puede revelar en solo una parte de su poesía, aunque la otra sea mediocre. Es lo que pasa con el Poema En La Ascensión de Fray Luis: le sobran cuatro estrofas que las podó don Marcelino Menéndez y Pelayo.
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