Punto de encuentro de todos aquéllos que estén interesados en vida y obra del Padre Leonardo Castellani (1899-1981)

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martes, 4 de mayo de 2021

El Suarismo, según Castellani (para entender los designios de Bergoglio)

 [http://catapulta.com.ar/?p=10932]

 

Reproduzco aquí una nota publicada hace casi cinco años en A LA DERECHA, donde Castellani desmenuza al suarismo y pido al lector que repare en la tercera tesis, un inmejorable punto de referencia para entender el dañino embrollo mental de Bergoglio. ( http://aladerecha.com.ar/?p=425)

Por cierto, no se me ocurre  equiparar a “Decime Jorge” con su ilustre cofrade granadino porque sería una afrenta para el “Doctor Eximio”.

Y voy nomás a Castellani Magno:

“Un padre le deja de herencia a su hijo una casa y una tuberculosis; la casa es tradición, la tuberculosis no es tradición.

No. Ni la Colonia, ni la Organización nacional de 53 crearon aquí una filosofía con pensamiento original; y lo que es más, ni siquiera una filosofía continuada y permanente con cualquier pensamiento, aunque sea ajeno. Este fenómeno se explica de la siguiente manera: el suarismo fue la primera metafísica que aportó a nuestras playas,, cuando en Norteamérica todavía estaban cazando indios con Winchester y leyendo la Biblia, puesto que fuimos adultos antes que ellos, y quizás fuimos adultos antes de tiempo, con una adultez importada y prematura.

El suarismo fue la primera metafísica que aportó a la colonia, el primer reflejo de la filosofía europea que hubo en la Argentina. El suarismo fue, por decirlo así, la filosofía oficial del gran imperio español, y penetró con las armas españolas en Italia, en Germania y en toda Hispanoamérica: fue la filosofía de la Contrarreforma, una especie de arreglo ecléctico de la primera escolástica. Francisco Suárez, granadino, profesor en Coimbra, hizo una especie de gran compilación sistemática de la filosofía cristiana con el título de DISPUTATIONES METAPHYSICAE, tomando nominalmente como base a Santo Tomás de Aquino, pero introduciendo en su sistema tesis enteramente inconciliables de Guillermo Occam y Duns Scoto que simplemente-para decirlo sin ambages-rompen el espinazo de la doctrina metafísica de Santo Tomás.

Estas tesis son principalmente cuatro:

1) La no distinción real entre la esencia y la existencia.

2) El conocimiento intelectual de lo singular antes que de lo universal..

3) El voluntarismo: distinción real del intelecto especulativo y el práctico; predominio del intelecto práctico

4) La aptitud de existir de la materia sin la forma.

En otras muchas tesis particulares se apartó Suárez de Santo Tomás; pero estas que he nombrado son tesis fundamentales, de modo que configuran un sistema metafísico-o por mejor decir una metafísica y coherente y sin sistema- enteramente distinta y aún contraria a la de Santo Tomás; de manera que llamar al suarismo tomismo español o tomismo jesuita o tomismo moderno o tomismo de cualquier manera, es un simple equívoco; y decir que Suárez es “el mayor comentador de Santo Tomás”, es una cruda falsedad.

Suárez, lo mismo que Duns Scoto, no fue un comentador ni un discípulo sino un émulo de Santo Tomás; y siendo de poca potencia metafísica, es decir, mediocre como filósofo, intentó construir una “filosofía moderna” acogiendo la cantidad de corrientes divergentes y antitradicionales que habían tomado auge en el Renacimiento, corrientes que no llegó absorber ni a asimilar del todo. Cualesquiera sean su méritos como teólogo y como jurista, su obra filosófica es endeble, es ecléctica, es invertebrada, no está iluminada por el sol de una intuición del Ser- lo que es propio de todo gran metafísico- sino que es un mandamiento o combinación de tesis que no pueden fundirse entre sí en una gran intuición. La decadencia de la escolástica no cesó con Suárez como como se suele decir; sino que Suárez es el producto más notable de esa decadencia. La decadencia de la escolástica viene desde el siglo XIV, desde el olvido y la negligencia en que se dejó la obra genial del príncipe de la Escolástica, Tomás de Aquino, y Suárez transformó esa negligencia en una falsificacion.

 

 

Todo voluntarismo es una forma de narcisismo y Bergoglio es narcisista enfermizo, como es de público y notorio, dominado por el puro activismo, negador de la inteligencia especulativa e incapaz de la contemplación. De allí que su magín albergue designios  utópicos, como su intento de presentarse-sin parar mientes- como el fundador de una nueva iglesia fraternal y universal, de cuño masónico.

De Jorge Mario Bergoglio, del insano voluntarismo  y de la metafísica suarista, libera nos Dómine.

Nota catapúltica

1) El texto de Castellani apareció en Seis ensayos y tres cartas, Ediciones Dictio, Buenos Aires,1978,pp.94-96

2) La imagen está tomada de https://radiocristiandad.org/2020/07/10/padre-castellani-prevision-de-profeta-10/

 

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